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sábado, 1 de marzo de 2025

Frank Morgan - Frank Morgan

Frank Morgan (Minneapolis, 23 de diciembre de 1933 – Minneapolis, 14 de diciembre de 2007), es un superviviente de la era bop. De una época en la que todos los músicos quisieron tocar como Charlie Parker y todos ellos erraron al creer que para hacerlo había que vivir como Parker, y eso significaba, por supuesto, drogarse como Parker. Muchos jóvenes músicos de esta época consumieron su vida en este afán, dejándonos breves muestras de su potencial creativo, frustrado por su letal adicción. Unos pocos sobrevivieron, más bien maltrechos, transformados en yonkis con habitación reservada en las más selectas penitenciarías del país. Algunos incluso lograron emerger tras largos años de infierno de ese profundo abismo. Entre esos pocos se cuentan músicos como Red Rodney, Art Pepper o Frank Morgan.
Sí, Frank Morgan consiguió regresar, pero no sin esfuerzos. Baste decir que entre su primera grabación en 1.955 (Frank Morgan – GNP Crescendo) y la siguiente, transcurrieron mas de treinta años. Casi media vida perdida en esos años de oscuridad. Morgan es, por tanto, una leyenda viviente. Uno de esas leyendas que tanta veneración generan entre los aficionados al Jazz, frente a las que ni el afilado bisturí del crítico, puede desentrañar la confusa frontera entre el músico y el mito.
Tal vez no deba siquiera intentarlo. Por eso, lo único verdaderamente cierto es que cuando Frank Morgan, a sus setenta años  y con un ictus cerebral sufrido hace algunos años, se presenta ante el público neoyorkino en el club Jazz Standard, es capaz, con unas pocas frases, de emocionar. ¿Por que?. Quizás por todo aquello que Morgan sabe. Porque su música es capaz de transmitir experiencias y sentimientos, y porque el Jazz es precisamente eso y la carencia de aquellos no la puede suplir la técnica portentosa de algunos, que a menudo no es más que vacua verborrea.
Frank Morgan regresa repasando magistralmente algunos de esos maravillosos standards eternos como Polka, Dots and Moonbeams, Old Folks, Georgia o Summertime, cuatro temas para rememorar a Miles: Tune Up, All Blues, Nefertiti y Footprints  y otros tres para recordar a Coltrane, Impressions, Equinox y Bessie’s Blues, sin olvidar a Monk con dos clásicos del pianista, Round Midnight y I mean You ni a Ellington con los temas In a Sentimental Mood y Don´t Get Around Much Anymore.  Y como colofón, un fabuloso Cherokee que interpreta con todo el orgullo de su origen indio-americano. Todo un universo temático, una mera excusa para demostrar la polivalencia de su lenguaje esencialmente moderno, pero sin transgresiones.
Pero Frank Morgan no está solo en el escenario. Al piano se encuentra George Cables, que ya
acompañó en el pasado a otras figuras míticas como Art Pepper o Dexter Gordon. 
Uno de los grandes pianistas del jazz moderno que además de su brillante trabajo como sideman, ha desarrollado una destacada carrera como líder. Es un viejo conocido de Morgan a quien ya respaldó en su grabación de 1.990 A Lovesome Thing. A la batería se encuentra Billy Hart, acompañante de incontables figuras del jazz desde los años sesenta, es hoy reclamado incluso por los músicos mas jóvenes. Batería flexible que es capaz de todo: desde el mas ortodoxo acompañamiento en un entorno mainstream hasta la polirritmia del hard bop mas avanzado. Finalmente Curtis Lundy al bajo. Una rítmica formidable que, casi literalmente, sin ensayos aporta esencialmente seguridad, una sólida base para las improvisaciones de Morgan con la garantía de que todo va a funcionar sobre ruedas.
Frank Morgan ya no quiere ser Parker, es Frank Morgan, un hombre que ha vivido y que desde la serenidad de su madurez, nos ofrece un discurso que aún cuando aparentemente tranquilo y relajado, transmite intensidad y emoción. Frank Morgan no trae revolución._(apoloybaco)

Cuando el contralto Frank Morgan grabó su debut como líder en 1955, se le anunciaba como «el nuevo Bird». Por desgracia, siguió los pasos de Charlie Parker, sobre todo convirtiéndose en un drogadicto irresponsable. Pasados 30 años, grabó su segundo álbum e inició seriamente su exitoso regreso. Este álbum de GNP presenta a Morgan de vuelta al principio, interpretando cuatro números con la sección rítmica de Machito y otras seis canciones con un septeto que también incluye al saxofonista tenor Wardell Gray (escuchado en sus últimas grabaciones). El trompetista Conte Candoli es una baza importante en estas dos citas, mientras que Morgan demuestra por qué se le valoraba tanto en este momento de su carrera._Scott Yanow (allmusic)
                                        
                                                                                  

Frank Morgan - Frank Morgan (1991)

Temas:
01. Bernie's Tune (Miller)
02. My Old Flame (Coslow-Johnston)
03. I'll Remember April (Raye-DePaul-Johnston)
04. Neil's Blues (Morgan)
05. The Champ (Gillespie)
06. Chooch (Morgan)
07. The Nearness of You (Carmichael-Washington)
08. Whippet (Morgan
09. Milt's Tune (Jackson)
10. Get Happy (Arlen-Koehler)
11. Crescendo Blues (Sheldon)
12. "Huh!"
13. Autumn Leaves (Kosma-Mercer-Prevert)
14. Well, You Needn't (Monk)
15. B.T. (Timmons)

Musicos:
Frank Morgan (Saxo alto)
Conte Candoli (trompeta en #1-10), 
Jack Sheldon (trompeta en #11-15)
Wardell Gray (Saxo tenor en #2,4,5,7,9,10)
James Clay (Saxo tenor, flauta en #11-15)
Wild Bill Davis (Órgano en #1,3,6,8)
Carl Perkins (piano en #2,4,5,7,9,10)
Bobby Timmons (piano en #11-15)
Howard Roberts (Guitarra en #2,4,5,7,9,10)
Robert Rodriguez (Bajo en #1,3,6,8)
Leroy Vinnegar (Bajo en #2,4,5,7,9,10)
Jimmy Bond (Bajo en #11-15)
Lawrence Marable (Batería, percusión en #2,4,5,7,9-15)
Rafael Miranda (Congas en #1,3,6,8)
Jose Mangual (Bongos en #1,3,6,8)
Ubaldo Nieto (Timbales en #1,3,6,8)

Grabado en Capitol Studios, Los Angeles, CA el 29 de enero de 1955 (temas #1-4) y el 31 de marzo de 1955 (temas #5-10) y en directo en The Crescendo, Los Angeles, CA el 11 de agosto de 1956 (temas #11-15)
El jazz latino es una vertiente del jazz que combina melodías africanas y latinas.Las dos principlaes categorías del Latin Jazz son la Brasileña y la and Afro-Cubana.El Latin Jazz Brasileño incluye el bossa nova y la samba. El Jazz Afro-Cubano incluye salsa, merengue, songo, son, mambo, bolero, charanga y cha cha cha El Latin Jazz se originó a finales de los Años 40 cuando Dizzy Gillespie y Stan Kenton comenzaron a combinar el ritmo y la estructura de la música Afro-Cubana, ejemplificada por Machito y sus Afro-Cubanos, con instrumentos de jazz.En comparación con el Jazz Americano, el Latin Jazz emplea un ritmo fijo, parecido al ritmo swung. Latin Jazz raramente emplea un compás tocado en cuatro, pero usa una forma de clave. La conga, el timbal, güiro, y claves son instrumentos de percusión que contribuyen al sonido Latino.La Samba se origina en la música Afro-Brasileña del siglo XIX tal como el Lundu. Emplea una forma modificada del clave. El Bossa Nova es una música híbrida, que utiliza algo del ritmo de la Samba pero influenciada por música Europea y Estadounidense desde Debussy a US jazz. El Bossa Nova se origina en los Años 60, principalmente por los esfuerzos de los brasileños Antonio Carlos Jobim, João Gilberto, y el estadounidense Stan Getz. Su canción más famosa es Garota de Ipanema (La Chica de Ipanema), cantada por Gilberto y su esposa, Astrud Gilberto.
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De donde viene el nombre de L'Ostia???

A inicios del siglo XVIII los vecinos de la Barceloneta se quejaban porque el cierre de los portales les hacía difícil asistir a las funciones de noche, puesto que cuando salían del teatro (Principal de la Rambla) no podían volver a casa porque encontraban cerrado el portal de Mar. Las autoridades militares accedieron a cerrar el portal de Mar media hora despues de que terminase la función del teatro, dos días a la semana que quedaron fijados.
Este horario extra fue calificado de "La Hora de L'Ostia", en alusión al nombre humorístico de L'ostia que se aplicaba a la Barceloneta.
Hay otra versión puritana relativa al origen del nombre "Ostia" dado a la Barceloneta, que recordaba que este mote quería decir Puerta en latín y puesto que el barrio fue hecho extramuros, era una especie de puerta marítima de Barcelona. Es posible que el origen de la denominación fuese un juego de palabras, pero lo que es indudable es que a nivel popular, cuando se decía que la Barceloneta era l'Ostia, se decía en un tono muy poco latín, mas bien referido a la composición eminentemente obrera i a la constante agitación política del barrio.
Fuente: Joan Amades. Historias y leyendas de Barcelona.

No confirmado. Un carguero italiano de la ciudad de Ostia que transportaba madera naufragó y los marineros y tripulantes estuvieron viviendo en barracas en la playa durante unos años hasta que fueron rescatados y devueltos a su ciudad.

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