Alí Bello es un maestro de su instrumento; un intérprete de extraordinario refinamiento, que parece impregnar el violín de una poderosa carga eléctrica mientras lo toca. Su entonación es hermosa. Imita el sonido más primordial: el grito de un águila que se eleva por encima de la montaña más alta; su aullido resuena de una cresta a otra y algo más. La mano izquierda del Sr. Bello parece acariciar las cuerdas tensas a lo largo del mástil sin trastes y el diapasón del violín, desde la barbilla hasta la raíz y más allá. Pero no siempre se mueven lentamente. A menudo, su mano izquierda se ve borrosa, mientras que sus dedos parecen moverse como las serpientes febrilmente silbantes nacidas de Medusa. En otras ocasiones se mueven con gracia cuando la mano derecha del Sr. Bello hace que su arco corte el aire en poderosos arcos; aquí hace que las frases y los versos de la melodía se desvíen como una procesión de gacelas hermosas pero borrachas. Alí Bello juega como un brujo, evocando imágenes vívidas que surgen de su música y se asientan en un lienzo tan bello y vivo como el de Cristóbal Rojas. La sugerencia de que el Sr. Bello es un alma vieja es deliberada. Su interpretación surge como si surgiera de un vórtice que produjo los grandes clásicos del siglo XIX. Pero también es extremadamente moderno y juvenil en su forma de tocar y, si bien aporta colores y texturas folclóricas más antiguas en su interpretación, también impulsa la música hacia adelante con cada hermosa frase tocada en contrapunto a la melodía que él mismo crea.
El registro de Bello se compone de algunas de sus composiciones más vibrantes. Comienzan con el joropo emocionado "Amaré", que presenta no solo una interpretación exquisita del violinista, sino también un tatuaje memorable del percusionista, Neil Ochoa, cuando anuncia la canción con una apertura polirrítmica notablemente batida en quitiplás y culo'e puyas. A esto le sigue un maravilloso pasaje contrapuntístico del violinista y saxofonista tenor Javier Olivencia. La versatilidad del Sr. Bello como compositor se demuestra en su capacidad para cambiar fácilmente de una música que suena con grandeza folclórica a una música que se balancea con la libertad del idioma del jazz. Para ello cuenta con las manos exquisitas del bajista Luques Curtis y el pianista Luis Perdomo mientras se lanzan con el conjunto a un tipo diferente de sabor musical “In G”. Sin embargo, está claro que la belleza perdurable del álbum de Alí Bello se inspira en sus profundas raíces en el folclore y el arte musical venezolanos. Esto no solo es evidente en la música de “Cazón”, sino que alcanza un crescendo en la notable interpretación del canto llano, “Untraveled”. Es aquí donde el virtuosismo de Alí Bello como violinista es claro e inigualable
Sin embargo, este disco brilla no solo por este virtuosismo, sino verdaderamente por la interpretación enérgica que impregna la interpretación moderna con todo lo bello de la tradición. Esto es lo que distingue a Alí Bello de otros jóvenes músicos que tocan música en la actualidad. Alí Bello es único en su clase._Raul Da Gama (latinjazznet)
Ali Bello - Connection Caracas - Nueva York (2013)
Temas:
01. Amaré (Alí Bello)
02. En G (Alí Bello)
03. Kiss (Alí Bello)
04. Guajira (Pedro Cortés)
05. Mofongo (Kimson Plaut)
06. Cazón (Alí Bello)
07. Zapateao (Pedro Cortés)
08. Moliendo Café (Hugo Blanco)
09. Untraveled (Alí Bello)
Musicos:
Alí Bello (Violín acústico, eléctrico y barítono, palmas y percusión menor)
Luis Perdomo (Piano /tm.2, 5 y 8)
Juancho Herrera (Guitarras, cuatro y bandola /tm.1, 3 y 6)
Javier Olivencia (Saxo tenor y soprano /tm.1 y 6)
Raul Agraz (Fliscorno y trompeta /tm.5)
Álvaro Benavides (Bajo /tm.1, 3 y 6)
Luques Curtis (Contrabajo /tm.2 y 5)
Neil Ochoa (Quitiplás & culo‘e puyas /tm.1 & 6)
Willie Martínez (Batería y güiro /tm.2 y 5)
Leonardo Granados (Maracas y voz /tm.7 y 10)
Pedro Cortés (Guitarra acústica /tm.4 y 7)
Sean Kupisz (Bajo /tm.4 y 7)
José Moreno (Cajón, palmas y percusión /tm.3, 4 y 7)
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