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miércoles, 8 de diciembre de 2010

Sebastian Schunke - Back In New York

                                                                         

Hay varios aspectos del nuevo disco de Sebastian Schunke, Back in New York (Connector, 2008) que lo distinguen de la gran cantidad de discos que producen los pianistas jóvenes. Primero es que la música es compleja, sofisticada y magníficamente elaborada, una señal segura de que su compositor ya ha alcanzado un alto grado de maduración. En segundo lugar, está la manera desinteresada en que se ha distribuido la generosidad musical, no muy diferente de lo que solía hacer el gran Duke Ellington cuando distribuía los solos en cada composición y cómo —aunque nunca se puede quitarle la individualidad al solista— se Parecería que la música fue escrita con artistas específicos en mente.
Entonces, por ejemplo, no puedes imaginar a nadie más que Paquito D'Rivera tocando el clarinete en estas canciones y nadie más que John Benitez en el bajo y Pernell Saturnino en la percusión o Antonio Sanchez en la batería y Anders Nilsson en la guitarra. Duke solía escribir y arreglar la música de esa manera; se decía que su instrumento era su banda. Con este disco, parecería que el instrumento de Sebastian Schunke también es mucho más que el piano que toca ... ¡de hecho es su banda!
Back in New York es un disco maravilloso, lleno de melodías ricamente texturizadas y armonías densas y veloces. La música está encerrada en un ciclo interminable de intensidad rítmica que pocos discos pueden pretender presentar. De hecho, la música es tan intensa que hay una tensión casi dramática que se acumula a lo largo del disco. Las canciones son en realidad bocetos narrativos o profundamente personales, pero ambos tipos de composiciones son tan vívidas que ves a los personajes a través de las cortinas de notas y lluvias de frases que motean la música. Dos buenos ejemplos son los bocetos: "One for Emma", impresionista y lleno de belleza hosca (sobre todo por la interacción entre clarinete, piano y bajo) y "Susanne", simplemente una obra maestra fluida.
Y luego están las magníficas narrativas: "Oma Mutti" y "Be Honest", que se destacan en el disco, sobre todo porque en este último, especialmente, el guitarrista Anders Nilsson rinde homenaje al gran Sonny Sharrock con sus poderosos acordes en bloque. Y luego está la majestad amaderada del clarinete de Paquito D Rivera, cuyas ondas sónicas se arremolinan en profundos balidos y gorjeos redondos, cerca de gliss y silbidos estridentes. El sensual gruñido del bajo de John Benitez con la fascinante punta del pedal proporciona un soporte rítmico y grueso. Y la percusión febrilmente pulsada y la batería de Pernell Saturnino y Antonio Sánchez hacen bailar la música con una belleza elemental.
Entonces, ¿dónde está el piano de Sebastian Schunke? Se encuentra en lo profundo de la música, casi modesto, pero creando el lecho omnipresente sobre el que descansa la música, siempre presente y rica en diseño, glamour y majestuosidad. Este es un disco del que Schunke debería estar extremadamente orgulloso, ya que es una declaración definitiva en el sonido que es a la vez característicamente afrocubano, ricamente impresionista y también sinfónico único. ~ Raúl Rose d'Gama 
(allaboutjazz)
                                                                           
                                                                                 

Sebastian Schunke - Back In New York (2008)


Temas:

01. Oma Mutti
02. One for Emma
03. Susanne
04. Vida Pura
05. Song for Antje
06. Be Honest
07. Hombre Tinto

Musicos:
Sebastian Schunke (Piano y dirección musical)
Paquito D'Rivera (Clarinete)
John Benitez (Bajo)
Antonio Sánchez (Batería)
Pernell Saturnino (Percusión)
Anders Nilsson (Guitarra)

1 comentario :

  1. AQUI ESTAMOS CHUMANCERA,PORQUE CREEMOS EN VOS,EN TU IMPETU,SIEMPRE PALANTE,GRACIAS POR LOS ALBUNES DE
    SEBASTIAN SCHUNKE,SALUDOS DESDE MEDELLIN,COLOMBIA.
    ATTE: PAQUIRRI

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El jazz latino es una vertiente del jazz que combina melodías africanas y latinas.Las dos principlaes categorías del Latin Jazz son la Brasileña y la and Afro-Cubana.El Latin Jazz Brasileño incluye el bossa nova y la samba. El Jazz Afro-Cubano incluye salsa, merengue, songo, son, mambo, bolero, charanga y cha cha cha El Latin Jazz se originó a finales de los Años 40 cuando Dizzy Gillespie y Stan Kenton comenzaron a combinar el ritmo y la estructura de la música Afro-Cubana, ejemplificada por Machito y sus Afro-Cubanos, con instrumentos de jazz.En comparación con el Jazz Americano, el Latin Jazz emplea un ritmo fijo, parecido al ritmo swung. Latin Jazz raramente emplea un compás tocado en cuatro, pero usa una forma de clave. La conga, el timbal, güiro, y claves son instrumentos de percusión que contribuyen al sonido Latino.La Samba se origina en la música Afro-Brasileña del siglo XIX tal como el Lundu. Emplea una forma modificada del clave. El Bossa Nova es una música híbrida, que utiliza algo del ritmo de la Samba pero influenciada por música Europea y Estadounidense desde Debussy a US jazz. El Bossa Nova se origina en los Años 60, principalmente por los esfuerzos de los brasileños Antonio Carlos Jobim, João Gilberto, y el estadounidense Stan Getz. Su canción más famosa es Garota de Ipanema (La Chica de Ipanema), cantada por Gilberto y su esposa, Astrud Gilberto.
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De donde viene el nombre de L'Ostia???

A inicios del siglo XVIII los vecinos de la Barceloneta se quejaban porque el cierre de los portales les hacía difícil asistir a las funciones de noche, puesto que cuando salían del teatro (Principal de la Rambla) no podían volver a casa porque encontraban cerrado el portal de Mar. Las autoridades militares accedieron a cerrar el portal de Mar media hora despues de que terminase la función del teatro, dos días a la semana que quedaron fijados.
Este horario extra fue calificado de "La Hora de L'Ostia", en alusión al nombre humorístico de L'ostia que se aplicaba a la Barceloneta.
Hay otra versión puritana relativa al origen del nombre "Ostia" dado a la Barceloneta, que recordaba que este mote quería decir Puerta en latín y puesto que el barrio fue hecho extramuros, era una especie de puerta marítima de Barcelona. Es posible que el origen de la denominación fuese un juego de palabras, pero lo que es indudable es que a nivel popular, cuando se decía que la Barceloneta era l'Ostia, se decía en un tono muy poco latín, mas bien referido a la composición eminentemente obrera i a la constante agitación política del barrio.
Fuente: Joan Amades. Historias y leyendas de Barcelona.

No confirmado. Un carguero italiano de la ciudad de Ostia que transportaba madera naufragó y los marineros y tripulantes estuvieron viviendo en barracas en la playa durante unos años hasta que fueron rescatados y devueltos a su ciudad.

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