Parecería que no hay flautista parar, Mark Weinstein. Mientras que el compositor y el extraordinario instrumentista pueden no haber triunfado sobre su expedición impresionante en el terreno de la improvisación, Cuentos de la Tierra (Ota Records, 2009), su álbum, Timbasa sin duda ha resultado ser el sueño de un alquimista. ¿Quién podría haber imaginado que el rendimiento lánguida Miles Davis de "Milestones" podría ser regenerado como una aventura afrocubana extravagante y magistral? Y, sin embargo, entre colorista percusión, Pedrito Martínez y Weinstein esa carta ha sido completamente renacido, lo original, literalmente, una cosa del pasado, incluso "Miles. Como sacrílega como que puede sonar sigue siendo absolutamente cierto. A partir del informe atronador de congas, timbales y batas, acentuado con salpicaduras de platillos y tambores terrón-saltando en una danza loca alrededor de contrabajo y piano el conjunto espera el ulular aleteo de la flauta del concierto de Weinstein. No bien se incorporará al procedimiento que deconstruye completamente la melodía con la gimnasia deslumbrantes inflexión Miles sintonizar un hipnótico, obra maestra de percusión. Esto lo embadurnamientos con excelentes toques de color y armonía que le da una belleza etérea que es absolutamente incomparable mientras que el percusionistas y tres en total-llevar la música a un crescendo espectacular que succiona el aire proverbial fuera de los pulmones. A partir de ahí todo es hacia arriba. "Timbasa" es otro gráfico fascinante, una invitación a la fiesta por el tiempo que hay música, algo que el oído interno quiere nunca acabar. "Footprints" de Wayne Shorter se transforma igualmente como la carta de Miles Davis. Weinstein conserva la misteriosa naturaleza metafísica de la pieza, pero redecorates todo, especialmente la progresión armónica, que ya no baila en forma lineal predecible, pero es más vertical y de otro mundo. Eterna "Watermelon Man" de Herbie Hancock también está magníficamente renace con un nuevo ritmo otorgado a ese vendedor fanfarrón de la fruta deliciosa. Pero tal vez la mayor transformación de un clásico es reservado para profundamente misterioso "Caravan" de Duke Ellington. Para empezar, el bajista, Panagiotis Andreau vocaliza una nueva secuencia de apertura en algún lugar entre un muecín llamando a Turquía a los fieles a descubrir la existencia de la Divinidad, mientras sus dedos galopar como un caravasar de locos nómadas todas las maneras que su bajo les permitirá vagar. Incluso el cuerpo de la pieza que normalmente se balancea como un espejismo en el calor del desierto empieza a bailar como si despedido por miles de derviches. Dicho trabajo exquisito adorna cada pista en el álbum, incluyendo la maravillosa pieza de tapiz musical que Andreau y Weinstein han tejido en "Kavaklari Cubano", una serie mediterránea maravilloso que resulta fascinante como Weinstein trabaja su magia en la flauta. En las notas que parecía extraño que Weinstein sería montón tales elogios descarada de los músicos que lo acompañaron en esta estancia. Sin embargo, para el momento en las últimas notas de su engañosamente anodino "Just Another Guajira" es de extrañar que el flautista pareció que para ser su mejor acompañamiento de la historia._Raul da Gama Mas información relacionada
Mark Weinstein - Timbasa (2010) Temas: 01.Milestone 02.Timbasa 03.Footprints 04.Watermelon Man 05.A Ernesto 06.Caravan 07.Encuentro 08.Kavaklari Cubano 09.Just Another Guajira Musicos: Mark Weinstein: concert, alto, bass flutes Axel Tosca Taugart: piano Panagiotis Andreau: electric bass, vocals Mauricio Herrera: drums, timbales, guiro Ogduardo Diaz: bongos, batá Pedrito Martinez: congas, timbales, batá, percussion
Para todos los apasionados de la salsa, el latin jazz y los sonidos del Caribe compartimos el Podcast Rumbo a la Rumba, un magazín especial para los amantes de la música afrocaribeña hecho entre Colombia y Venezuela. Disfruta con nosotros de este mágico recorrido a través del caribe y su sabor! Lo pueden escuchar aquí y recomendarlo a su red de contactos. Este es un producto sin animo de lucro, lo hacemos por amor al genero Salsa y la musica latina!_ Ricardo Mendivil
Bebo Valdés es uno de los árboles más contundentes de la música cubana. Como otros grandes de su país, no nació en una céntrica arteria capitalina, ni tuvo cuna encumbrada. Nació tutelado por ancestros de procedencia africana, que le brindaron su iniciación en el conocimiento de las músicas rituales yorubas. Fue en el pueblito habanero de Quivicán, el nueve de octubrede 1918. Por su muy temprana inclinación por la música y particularmente por el piano, a la edad de once años la familia lo matriculó en el Conservatorio de La Habana, donde cursó estudios de armonía y solfeo. Al tiempo que recibía estos estudios académicos, se relacionaba con el jazz y el swing que sonaba a todas horas en los más disímiles sitios de la capital de la mayor de las Antillas. Muy jovencito, con apenas diecisiete años, Bebo empezó a ejercer como pianista en varias agrupaciones del momento. En la década del treinta integró el Conjunto Camacho y la jazz and de José María Ulacia llamada Happy Happy. También logró hacer un trío de jazz. Él, por supuesto, ponía el piano, Roberto Barreto el clarinete y su primo Guillermo Barreto la batería. Durante los años cuarenta se mantiene en el Conservatorio, especialmente recibiendo clases con el maestro Harold Gramatges. Afianza también sus conocimientos como pianista, de modo muy particular en la Orquesta de Wilfredo Curbelo a partir de 1943, que se presentaba en el Cabaret Faraón. La versatilidad del show obligaba a Bebo a interpretar un montón de ritmos cada nochey a adiestrarse con mucha rapidez en muy diferentes tipos de arreglos para cada pieza, según las características de los cantantes solistas. Entre 1945 y 1947 integra la orquesta del trompetista Julio Cueva. Estando allí compone Rareza del siglo, un montuno-beguine que él reconoce como la primera pieza de su catálogo. En mediode la floreciente sonoridad del mambo en el formato jazz band de Cueva, la cantó el carismático Orlando Guerra "Cascarita" y la convirtió en un hit. La mayor parte del tiempo libre que le dejaba su trabajo en la banda de Julio Cueva, Bebo lo empleaba con mucho placer en el intercambio con un selecto grupo de colegas apasionados a un tiempo por las raíces esenciales de la música cubana y por el jazz (el trompetista Chico O'Farrill, el percusionista Guillermo Barreto, el guitarrista Isidro Pérez, los saxofonistas Gustavo Más, Pedro Chao y Hedí Escrich, entre otros). Era frecuente encontrarles descargando en clubes y cabarets habaneros. De esas reuniones pudieron haber salido muchos registros fonográficos que hoy en justicia serían considerados verdaderas joyas de archivo, pero desgraciadamente no era el entorno musical del jazz lo que le interesaba a las empresas discográficas que entonces operaban en la Isla. No obstante, estos músicos llegaron a hacer grabaciones con el solo propósito conservarlas y brindárselas a otros interesados. Sin embargo en 1947 Bebo logró que la RCA le grabara dos temas cobijados bajo el rótulo de "música popular cubana". El son Por el batey y la rumba Comparsa barracón, ambos interpretados por su Orquesta Rítmica. Bebo Valdés fue varias veces a Haití a tocar y grabar con el centsnte Rodolphe y a integrar su piano a la orquesta de Saieh, un saxofonista de origen libanés. En 1948, tras su primer viaje a esa nación antillana, se incorporó a la orquesta del mundialmente famoso Cabaret Tropicana. Bajo la batuta de los maestros Adolfo Arauco y Armando Romeo, tuvo entonces la posibilidad de acompañar a importantísimas figuras cubanas y de otros países. Bebo recuerda con especial significación el paso por allí de Nat King Cole. El norteamericano se sintió tan complacido con la Orquesta de Tropicana, que años más tarde pidió ser secundado por ella en la grabación del álbum "Cole en español". Por cierto, quizás sea esta la primera agrupación de gran formato que Bebo pudo dirigir. La condujo varias veces en 1950, a propósito de unas grabaciones de la cantante portorriqueña Myrta Silva y del cubano Orlando Guerra. Dos años después viaja por primera vez a México a solicitud de la bailarina de origen tahitiano Tongolele. Había sugerido que Bebo dirigiera su grupo acompañante. En definitiva por desacuerdo con el pago que pretendía hacerle el empresario, el pianista no aceptó esta encomienda. Sin embargo esa estancia mexicana le resultó exitosa. Logró que la RCA le grabara, cantadas por Roberto López, Rapsodia de cueros y Baila así. También los instrumentales Guajeo en dominante y Copla guajira. En esos trajines disqueros pudo nuclear una orquesta formada por instrumentistas de primer orden, la mayor parte de los cuales son hace mucho tiempo considerados verdaderas glorias de la música popular cubana: "Chocolate" Armenteros y Alejandro "El negro" Vivar,' trompetas. Generoso Jiménez, Alberto Martí y Miguel Reina, trombones. Gustavo Más, Víctor del Castillo, 'Cebito" Quesada, Ñico Romero, Diego Laredo y Roberto Sánchez, saxofones. Kike Hernández, bajista, y los percusionistas Guillermo Barreta, Roberto Alonso y Trinidad Torregrosa. Con ellos regresa a La Habana y trabaja intensamente en la creación de un ritmo nuevo, al cual denomina batanga. Para su lanzamiento en junio de 1952, a través de las ondas radiales de la RHC Cadena azul, Bebo escoge nada más y nada menos que al legendario cantante Benny Moré, que no hacía mucho también había regresado de la capital azteca, después de un extenso período cantando allí con numerosas orquestas. Para el diseño del ritmo batanga Bebo había combinado su conocimiento de la percusión cubana, que conocía desde niño, incluyendo el tambor batá y el mejor acervo del jazz, expresado especialmente en la cuerda de metales. Aunque su presentación fue todo un lujo por la trascendencia de los músicos que protagonizaron el acontecimiento, el batanga no pasó de ser un suceso más o menos fugaz al no lograrse imponer por encima de otros ritmos en boga dentro del rico enjambre musical que latía incesantemente en La Habana de entonces. En realidad Bebo no tuvo mucho tiempo para lamentarse de no haber podido triunfar con el batanga, porque en la segunda mitad de ese mismo año 1952 pudo coronar un sueño, que seguramente traía en la cabeza desde sus reuniones descargando con los amigos en los clubes de la capital cubana. A petición del conocido productor Norman Granz, grabó un disco de jazz. Llamó a varios de los músicos con los que anteriormente había trabajado. A causa de esta grabación, formó con ellos la banda Andre's AII Stars: Alejandro "El Negro" Vivar (trompeta), Gustavo Más (saxo tenor), Generoso Jiménez (trombón), Enrique Hernández (bajo), Rolando Alfonso (iumbedore), Guillermo Barreto (batería) y naturalmente, el propio Bebo al piano. A tal efecto arregló algunos standards del jazz y piezas clásicas de la música popular cubana en clave de jezz, incluyendo la primera descarga de jazz que se dejara registrada en disco en la Isla. El éxito de ese álbum que acabo de mencionar, provocó que en 1955 otro productor norteamericano le encomendara a Bebo otros dos proyectos con sendas agrupaciones. Uno de ellos con músicos de la orquesta de Tropicana, con quienes hizo el álbum "She Adores the Latin iype" y otra banda que llamó Havana AII-Stars, con la cual grabó el disco "Your Musical Holiday in Havana". En ella figuraron el trompetista Luis Escalante, los saxofonistas Gustavo Más y Rafael Quesada, el trombonista Generoso Jiménez, el bajista Enrique Hernández y los percusionistas Guillermo Barreto y Cándido Camero. Estas grabaciones, con un repertorio a base de mambos y chachachás, se realizaron en Radio Progreso. A estas alturas Bebo Valdés era capaz de componer, arreglar e interpretar una música que sin desmérito de la altura estética, complace los requerimientos del mercado cubano y también del norteamericano. Entrada la segunda mitad de la década del cincuenta Bebo siguió apegado a su trabajo como pianista en la Orquesta de Tropicana, hasta que justo en 1957 decidió fundar la orquesta Sabor de Cuba, que interpretando composiciones instrumentales o acompañando a connotados solistas, se mostró como una de las más contundentes jazz bands que sonaban en la Isla. En su ascendente carrera como director orquestal Bebo se fue haciendo de una verdadera familia de instrumentistas, por ello en Sabor de Cuba estuvieron presentes "El Negro" Vivar y "Chocolate" Armenteros, y también se atrajo a otros músicos de relevancia como el clarinetista Virgilio Vixama, el flautista Richard Egües y el organista Humberto Suárez. Cuando Bebo dejó de tocar el piano para consagrarse por entero a la dirección, en muchas ocasiones entregó el instrumento a su joven hijo Chucho Valdés. Las piezas que aparecen en este CD fueron grabadas entre 1955 y 1960 Y son precisamente representativas del apogeo de la Orquesta Sabor de Cuba. Algunas de ellas son prueba elocuente de lasricas posibilidades' de recreación de la obra de otros compositores como Ernesto y Margarita Lecuona (Siboney y Babalú respectivamente). La primera de ellas acercando la obra al chachachá, y la segunda dando rienda suelta a lo que ya Bebo denomina Afro-chá. Otro tanto sucede con el famoso pregón Mamá Inés de Eliseo Grenet, que suena aquí en tiempo de guaracha; el son montuno Dile a Catalina de Arsenio Rodríguez, el danzón Soy matancero de Israel López "Cecheo", y El cumbanchero, la rumba del boricua Rafael Hernández. La amplia mayoría de los tracks de este álbum son de la autoría del propio Bebo Valdés. Con ellos no sólo se da muestra de la basta cantidad de obras que desde aquellos tiempos integran su catálogo, sino tambiénalgo en mi opinion mucho más importante aún: el intenso conocimiento suyo de los géneros de la música popular cubana. Sin ánimo de exagerar creo que él está en el puñado selecto de músicos de la Isla que se pueden mover a su antojo en cualquiera de sus vertientes. Brinda géneros históricos como el danzón (Tranquilo niño y ¿A quién engañas?); el mambo (Mambo cantabile y Music Box Mambo); el chachachá, muy de moda en aquellos años (Persian chá, Chamizo, Estoy matizando y Siempre cantando); el tango congo (Afimaye) y la guaracha (Sabor). También es virtuoso en la combinación entre esos géneros. Es el caso de la guaracha mambo llamada Wi Wi. Gusta también de vincular uno de los más connotados de esos géneros históricos como el son que él maneja en su categoría de montuno y una vertiente nueva en aquel momento, creada por él mismo, como el batanga: Masa limpia y Mayajigua. Destacan también en lapotente órbita sonora de este álbum dos piezas que enseñan el sostenido desvelo de Bebo por el jazz, ya con carta de identidad latina: la descarga Special de Bebo y la composición de Julio Gutierrez Desconfianza, rubricada como Afro-Cuban jazz. Un álbum como éste, donde se ofrecen ricas noticias de la altura que el compositor, pianista y director Bebo Valdés había alcanzado en los últimos años cincuenta del siglo pasado, puede ahorrarle toda extrañeza a quienes muchas décadas después lo han visto convertirse en un verdadero mito de los más importantes escenarios de la actualidad. Bladimir Zamora Céspedes (Periodista y poeta cubano. Asesor y co-guionista de documentales de Canal Plus sobre la cultura cubana). Más información relacionada
Bebo Valdes - The Best Of Bebo Valdes Sabor De Cuba (2007) Temas: 01. Sabor (Guaracha) 02. Dile A Catalina (Son montuno) 03. Estoy Marizando (Cha Cha Cha) 04. Siempre Cantando (Cha Cha Cha) 05. Diane (Cancion de Haiti) 06. Desconfianza (Afro-cuban jazz) 07. Afimaye (Congo) 08. Music Box Mambo (Mambo) 09. A Quien Enganas (Danzon) 10. Mississippi Mambo (Mambo) 11. Soy Matancero (Danzon) 12. Tranquilo, Nino (Danzon) 13. Masa Limpia (Montuno batanga) 14. Mama Ines (Guaracha) 15. Mambo Cantabile (Mambo) 16. El Manisero (Mambo-son) 17. Mayajigua (Montuno batanga) 18. Babalu (Afro-cha) 19. Big Shot Cha Cha Cha (Cha Cha Cha) 20. El Cumbanchero (Rumba) 21. Wi Wi (Guaracha mambo) 22. Chamizo (Cha Cha Cha) 23. Siboney (Lamento Cha) 24. Persian Cha (Cha Cha Cha) 25. Special Del Bebo (Descarga) Musicos: Bebo Valdés - piano Candido Camero - congas Tata Güines - congas Alejandro "El Negro" Viviar - trumpet Orlando López "Cachaito" - bass Enrique 'Kike' Hernandez - bass Generoso "El Tojo" Jiminez - trombone Guillermo Barreto - drum Gustavo Mas- sax Rafael 'Cabito' Quesada - sax
Quizás injustamente eclipsado por su hermano, el difunto saxofonista Michael Brecker, Randy Brecker ha sido, sin embargo, uno de los trompetistas más importantes de los últimos cuarenta años. Si bien su pequeña discografía como líder contiene tantos errores como éxitos, ha aportado una voz única a innumerables sesiones, trabajando con todos, desde Horace Silver, Steve Khan y John Scofield hasta Steely Dan, Parliament y Frank Zappa, sin mencionar la redefinición. el concepto de fusión como co-líder de The Brecker Brothers. El tono de Brecker, una curiosa combinación de calidez y mordedura, y un enfoque armónico que, como Scofield, logra pisar la delgada línea entre el adentro y el afuera, al mismo tiempo que posee un sentido melódico agudamente construido, lo hace inmediatamente reconocible en cualquier contexto. Grabado en Brasil con un gran elenco de jugadores talentosos, Randy in Brasil es Brecker en su forma más accesible, con estilo y sustancia en pie de igualdad.
La falta de un grupo central a menudo resulta en un sonido genérico que busca definición en el líder, y la voz de Brecker claramente le da a Randy en Brasil su enfoque principal. Aún así, la participación de la teclista / productora / arreglista Ruria Duprat y el guitarrista Ricardo Silveira en todos los temas le da a la sesión una cohesión de la que carecen la mayoría de los proyectos del "elenco de miles". El material se extrae en gran parte de escritos populares brasileños, incluidos Djavan, Gilberto Gil, Ivan Lins y Joao Bosco, aunque las dos contribuciones de Brecker, la alegre balada "Guaruja" y el acelerado, samba-esque pero característicamente funkificado "Sambop", encajan perfectamente en el programa.
Los hermanos Brecker a menudo incursionaron en estilos culturales más amplios, y Brecker no es ajeno a la música brasileña después de haber actuado con Flora Purim, Joao Donato y Hector Martignon. Lo más notable de Randy en Brasil es quizás la forma en que coloca un sello firme en la música, con una vibra a veces penetrante de los Brecker Brothers a pesar de la falta de una sección rítmica en la mayoría de las pistas. El aprecio de Duprat por las distintas voces de trompeta de Brecker hace que el "Aiaiai" funky y con bajo sintetizador de Lins se sienta, de hecho, como si estuviera sacado directamente del cancionero de The Brecker Brothers.
Asimismo, Brecker se adapta sin esfuerzo a la cadencia de formas rítmicas brasileñas como la bossa nova y la samba. No se puede negar el ritmo brasileño de la brillante "Ile Aye" de Gil, la vibra contemporánea de "Me Leve" de Djavan o la sensación ligera y aireada de "Olhos Puxados" de Bosco. En todo momento, Brecker hace solos con atención a la esencia melódica y percusiva de la melodía, navegando por sus propios cambios sinuosos en "Sambop" mientras construye un solo de perfección narrativa que demuestra su rango completo, y mostrando el mismo enfoque pero mayor simplicidad lírica en "Olhos Puxados".
Como líder, los álbumes de Brecker a veces han carecido de un enfoque claro o, en el caso de Hanging in the City (ESC, 2001), uno fuera de lugar con su alter-ego vocal Randroid. Con su sonido exuberante, hermosas opciones de canciones y la combinación ideal de la cultura brasileña y la voz singular de Brecker, Randy in Brasil se destaca como uno de sus mejores, si no el mejor, álbumes en su larga y variada carrera._John Kelman (allaboutjazz)
"Las sesiones de jazz afro peruanos" es una recopilación de las obras más representativas de Zellon grabado durante varias sesiones a lo largo de los 90 fuera de su patria. Estas grabaciones son históricamente representativas de los comienzos internacionales de este nuevo género en el que documentan la primera colaboración entre la corriente principal del jazz y los músicos latinos. "Mi objetivo era lograr un matrimonio de los ritmos afro-peruanos con la armonía del jazz y la improvisación", afirma Zellon. Para que esta fórmula a la vida, Zellon rodeó por solistas establecidos en la corriente principal idioma del jazz (David Liebman, Jerry Bergonzi, George Garzone, Paquito D 'Rivera, Justo Almario, etc), así como músicos de la sección rítmica que tenían un dominio de jazz y ritmos afro-latinos (Danilo Perez, Edward Simon, Dave Samuels, Oscar Stagnaro, Abraham Laboriel, Alex Acuña, etc.) "Esto es lo que el siguiente capítulo de la fusión del jazz y la música latina suena como" - Bob Blumenthal Más información relacionada
Richie Zellon - Afro-Peruvian Jazz Sessions (2005) Temas: 01.Johnny Chango (Festejo) 02.Landologia (Lando) 03.Dracula's Chauffeur (Festejo) 04.Corazon Norteño (Marinera) 05.The Nazca Lines (Festejo) 06.Parque de las Leyendas (Lando) 07.Chancay (Festejo) 08.Senora Chabuca (Lando) 09.Latitudes (Festejo) 10.Mission Marinera (Marinera) 11.Café con Leche (Festejo) 12.Dance of the Bromeliads (Lando) 13.Jarana (Festejo)
Grupo Irakere: Fue fundado en La Habana en 1973, por el compositor y pianista Jesús Valdés(Chucho), director y pianista; Francisco D’Rivera (Paquito), saxofón alto, tenor, flauta y clarinete; Carlos Averhoff, saxofón tenor, soprano, flauta y clarinete bajo; Jorge Varona, trompeta, trombón de pistones y percusión; Carlos del Puerto, bajo, guitarra bajo y tuba; Carlos Emilio Morales, guitarra; Bernardo García, drums y tambores batá; Jorge Alfonso, tambores batá; Enrique Pla, batería; Carlos Barbón, güiro, chekeré y pandereta, y Oscar Valdés, cantante, tumbadora (conga), tambores batá y bongó. En otras etapas, el grupo lo integraron Germán Velasco y César López, saxofón; Arturo Sandoval, Adalberto Lara y Juan Munguía, trompetas; Orlando Valle (Maraca), flauta y teclados; Miguel Díaz (Angá), tumbadora; Mayra Caridad Valdés, cantante; Jorge Luis Chicoy, guitarra; Julito Padrón, trompeta; Román Filiú, saxofón alto; Irvin Acao, saxofón tenor. Sobre la fundación de Irakere, expresó Chucho Valdés: «Para nosotros el Grupo siempre existió, estuvo presente en todo momento; era como algo pendiente. Al inicio no tenía nombre, sólo era una idea en la que trabajábamos: utilizar la percusión folclórica cubana en la música bailable, y buscarle timbres distintos y con una característica común: “nuestros”. Entonces a Oscar Valdés se le ocurrió combinar el nada fácil y poco conocido tambor batá con tumbadora, güiro y cencerro y así, paso a paso llegamos al actual Grupo...» Sobre esta primera etapa de Irakere, apunta Leonardo Acosta: «uno de los aciertos de Irakere había sido no tratar de inventar e identificarse con un “nuevo ritmo”, según las viejas pautas de reclamo publicitario tan socorridas desde los años cuarenta hasta los propios sesenta. El slogan sobre el “nuevo ritmo” fue hasta fecha reciente el “ábrete sésamo” con el que los músicos contaban para hacerse famosos de la noche a la mañana, y por ese camino se llegó a veces a resultados bastante comerciales. Aparte de que ningún “nuevo ritmo” es tan nuevo, todos proceden de la alteración o de la amalgama de ritmos preexistentes. La única alquimia de Irakere procede de la espontánea creatividad de sus integrantes. Al no existir ningún empeño comercial, se hacen innecesarias las prácticas de laboratorio, y el grupo puede interpretar una contradanza, un danzón, un son montuno o un cha cha chá sin temor a parecer “anticuados”, ya que de hecho están tocando al mismo tiempo otra cosa. Y sin proponérselo como meta, ni tener que inventar un nombre de “pega”, casi por un imperativo del propio material que trabajan, van surgiendo nuevas combinaciones rítmicas, hasta el punto en que el ritmo de Irakere resulta inconfundible entre los oyentes —o bailadores— cubanos. Ciertamente, y a pesar de sus triunfos en festivales internacionales de jazz, Irakere no es un grupo de jazz. Pero tampoco esos éxitos son gratuitos, pues como hemos visto, cuentan con formidables músicos de gran experiencia en el terreno jazzístico, sobre todo en el aspecto de la improvisación, el gran hallazgo del jazz y quizás su mayor aporte a la música del siglo XX [...].» Su primera gira internacional fue a Finlandia, 1976; posteriormente participaron en el Festival de Jazz de Newport, Nueva York, 1978, en el que actuaron, además, Mary Lou Williams, McCoy Tyner, Bill Evans, Larry Corcel y Maynard Ferguson: Sobre su participación en este festival, comenta el crítico John Storm Roberts: «El trabajo que hacen no se parece a nada de lo intentado aquí. Su énfasis en elementos de jazz y rock es mayor que en los grupos neoyorquinos de “salsa” y “fusión”, y es mucho más intensamente cubano, con nuevos tratamientos de la percusión tradicional, nuevas maneras de combinar el jazz, el rock y la música latina en los solos y en bloques, nuevas formas de mezclar elementos en pequeñas subtes –nuevo todo. Desde hace tres años, el comentario ha sido que cuando oigamos lo que se hace en Cuba, la salsa será liquidada. Está empezando a suceder.» Y Chucho Valdés, director de Irakere, afirma: «El jazz para nosotros es uno de los elementos de la música universal que tiene valor, que tiene utilización. Significa eso. Y del jazz hemos extraído muchos factores; al igual que los hemos extraído de los clásicos, de los impresionistas, los contemporáneos, de la música latinoamericana. El jazz es un elemento más.» Después actuaría, en el Carnegie Hall, e inició una gira por Boston, Filadelfia y Washington, donde actuó en el Cellar Door; Festival de Montreux, Suiza, y en el Jazz Jamboree’78, Polonia, y Festival de Jazz, Belgrado, Yugoslavia. Ese mismo año ganó el Premio Grammy, concedido por la Asociación Nacional de Grabaciones, Artes y Ciencias de los Estados Unidos, y en Cuba, el Disco de Plata que otorga la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales de Cuba, EGREM. Pero 1978 sería significativo, además, por el concierto que ofrecieron en el Teatro Karl Marx, acompañando al guitarrista y compositor Leo Brouwer en las obras Drume negrita, Ernesto Grenet; Preludio núm. 7 y Estudio núm. 1, Heitor Villa-Lobos. Esta experiencia la repitieron al año siguiente en el mismo escenario, esta vez Leo interpretó el Concierto de Aranjuez, del compositor español Joaquín Rodrigo, y The Fool on the Hill. En 1988 Chucho hace una replanteo de la sonoridad de Irakere, con la incorporación de la tecnología más moderna en ese momento; así incorpora la Júpiter 6, un sintetizador polifónico; la DX 7, un sintetizador programado, y la RX 5, de la Yamaha, que es una computadora. Sobre la utilización de estos «instrumentos», dice Chucho Valdés: «Con ellos puedo obtener muchos elementos que el grupo no tiene, prácticamente escribir para una orquesta con todos los sonidos que imagine, inventar combinaciones, programar determinados acompañamientos.» Y apunta sobre el riesgo que se puede correr con la utilización de esta tecnología: «El riesgo sería abusar, y no vamos a caer en eso, ni hacer música sintética tampoco. Serán elementos para ayudarnos, y seguiremos con nuestra línea afincada en las raíces folclóricas y las tradiciones musicales cubanas, para trabajar la música popular, la bailable y el jazz [...].» Irakere resultó síntesis del desarrollo histórico de la música cubana, latinoamericana, norteamericana y europea, todo lo cual le permitió crear un sonido nuevo, original, contemporáneo.
El jazz latino es una vertiente del jazz que combina melodías africanas y latinas.Las dos principlaes categorías del Latin Jazz son la Brasileña y la and Afro-Cubana.El Latin Jazz Brasileño incluye el bossa nova y la samba. El Jazz Afro-Cubano incluye salsa, merengue, songo, son, mambo, bolero, charanga y cha cha cha El Latin Jazz se originó a finales de los Años 40 cuando Dizzy Gillespie y Stan Kenton comenzaron a combinar el ritmo y la estructura de la música Afro-Cubana, ejemplificada por Machito y sus Afro-Cubanos, con instrumentos de jazz.En comparación con el Jazz Americano, el Latin Jazz emplea un ritmo fijo, parecido al ritmo swung. Latin Jazz raramente emplea un compás tocado en cuatro, pero usa una forma de clave. La conga, el timbal, güiro, y claves son instrumentos de percusión que contribuyen al sonido Latino.La Samba se origina en la música Afro-Brasileña del siglo XIX tal como el Lundu. Emplea una forma modificada del clave. El Bossa Nova es una música híbrida, que utiliza algo del ritmo de la Samba pero influenciada por música Europea y Estadounidense desde Debussy a US jazz. El Bossa Nova se origina en los Años 60, principalmente por los esfuerzos de los brasileños Antonio Carlos Jobim, João Gilberto, y el estadounidense Stan Getz. Su canción más famosa es Garota de Ipanema (La Chica de Ipanema), cantada por Gilberto y su esposa, Astrud Gilberto.
De donde viene el nombre de L'Ostia???
A inicios del siglo XVIII los vecinos de la Barceloneta se quejaban porque el cierre de los portales les hacía difícil asistir a las funciones de noche, puesto que cuando salían del teatro (Principal de la Rambla) no podían volver a casa porque encontraban cerrado el portal de Mar. Las autoridades militares accedieron a cerrar el portal de Mar media hora despues de que terminase la función del teatro, dos días a la semana que quedaron fijados. Este horario extra fue calificado de "La Hora de L'Ostia", en alusión al nombre humorístico de L'ostia que se aplicaba a la Barceloneta. Hay otra versión puritana relativa al origen del nombre "Ostia" dado a la Barceloneta, que recordaba que este mote quería decir Puerta en latín y puesto que el barrio fue hecho extramuros, era una especie de puerta marítima de Barcelona. Es posible que el origen de la denominación fuese un juego de palabras, pero lo que es indudable es que a nivel popular, cuando se decía que la Barceloneta era l'Ostia, se decía en un tono muy poco latín, mas bien referido a la composición eminentemente obrera i a la constante agitación política del barrio. Fuente: Joan Amades. Historias y leyendas de Barcelona.
No confirmado. Un carguero italiano de la ciudad de Ostia que transportaba madera naufragó y los marineros y tripulantes estuvieron viviendo en barracas en la playa durante unos años hasta que fueron rescatados y devueltos a su ciudad.
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