-Primer premio en el concurso de jóvenes jazzistas de Cuba JoJazz 2001.
-Premio al mejor disco de Jazz en Certamen Cubadisco en 2008 con “Trapiche”.
-Premio Especial en Certamen Cubadisco 2013 con “Miniaturas de Eugenio Granell, Música Revelada”
Alejandro Vargas, nació en la ciudad de Holguín (Cuba) el 4 febrero de 1980. Comenzó los estudios de música a la edad de 6 años, hasta graduarse en la especialidad de pianista concertista en la Universidad ISA -Instituto Superior de Arte- de La Habana. Desde muy temprana edad recibe clases de composición con el músico Joel Rodríguez Milord quien lo inicia en el jazz. Y después será su maestro Ulises Hernández, importante pianista y promotor de la música clásica en Cuba. Realiza también estudios de composición con el maestro Harold Gramatges, uno de los pioneros de la música contemporánea cubana... (alejandrovargas)
Llama la atención que en años recientes han surgido algunas figuras que, además de ser buenos improvisadores, también se revelan como sobresalientes compositores. Dos nombres a mi entender se destacan en dicho rublo: el trompetista Yasek Manzano y el pianista holguinero Alejandro Vargas. Hace unos meses, él puso en circulación su debut fonográfico, el álbum titulado Trapiche y que ha sido grabado junto a su cuarteto, grupo al que ha denominado Oriental Quartet.
Proveniente de las filas de los ganadores del Jo-jazz, certamen que se ha convertido en una de las principales canteras de nuevos talentos, no solo para el ámbito del jazz sino también para la nómina de numerosas agrupaciones de música bailable, Vargas es uno de los beneficiados con el compromiso por parte del Instituto Cubano de la Música en cuanto a que los triunfadores del citado evento podrían acometer la realización de un fonograma. Esa tarea la ha asumido en el presente la discográfica Colibrí y creo que está armando con estos jóvenes instrumentistas, uno de los catálogos de mayor interés en nuestro panorama discográfico.
Trapiche es un disco que sorprende por la conjunción que en el mismo se produce entre las maneras más contemporáneas de abordar el discurso jazzístico (muchos elementos que forman parte de las técnicas composicionales de la actual música clásica se hacen presentes) y el sentido de lo cubano que la grabación transpira. Pero ojo, la cubanía que se detecta a lo largo de los 11 cortes que integran el CD, no tiene nada que ver con los numerosos clichés que tornan en extremo predecibles trabajos enmarcados en los parámetros del jazz afrocubano y en los que determinados tumbaos y frases melódicas se repiten por doquier.
La ópera prima de este pianista y compositor tiene la virtud de que en ella nos damos cuenta en cada una de las piezas aquí registradas, de que estamos en presencia de una voz con personalidad propia. En el formato empleado, acompañan a Alejandro el contrabajista José Manuel Díaz, Raciel Jiménez en la batería y Ernesto Camilo Vega como ejecutante del clarinete, el clarinete bajo (de tan poca presencia en materiales como este) y el saxofón soprano. Hay también espacio para varios invitados, entre los que tiene un rol fundamental la vocalista Diana Fuentes, que en las cuatro piezas por ella interpretadas nos demuestra todas sus potencialidades (no explotadas al máximo en una zona de su repertorio personal) como cantante capaz de enfrentarse a una armonía y una melodía harto complejas, sin que ni en una sola nota se atisbe algo de desafinación.
En el camino al que me refería en cuanto a indagar en maneras no trilladas de resaltar lo cubano en el lenguaje jazzístico, sobresale la búsqueda que Alejandro y su cuarteto hacen en torno al órgano oriental, al que se le rinde tributo a través de la concepción prevaleciente en el álbum, donde se comprueba, de cierta manera, esa máxima del minimalismo que afirma que menos es más. Digo esto porque en los temas de Vargas no hay ese abrumarnos con improvisaciones escalofriantes en su velocidad o cantidad de notas, sino que se respira un aire tranquilo, diría que muy conceptual y en el que uno se deleita en la profundidad de los pasajes.
Cortes como Compay, Trapiche, Mima-jaba (precioso bolero con lucimiento del invitado Ariel Bringues en el saxo tenor), Changüí y Guantanamera dejan claro que este fonograma, con producción del propio Alejandro Vargas y de Gloria Ochoa, es un disco facturado por un cuarteto de músicos maduros, que saben muy bien lo que se traen entre manos._ (juventudrebelde)
Alejandro Vargas & Oriental Quartet - Trapiche (2008)
Temas:
01. Compay
02. Así
03. Trapiche
04. La Espera
05. Orientalita
06. Mima-Jaba
07. Changüí
08. Ay!!
09. Mucurrucu
10. Ferro
11. Guantanamera
Musicos del Oriental Quartet:
Alejandro Vargas (Piano)
José Manuel Díaz (Contrabajo)
Raciel Jiménez (Drums)
Ernesto Vega (Clarinete y saxo soprano)
Musicos invitados:
Diana Fuentes (Voz)
Ariel Bringuez (Saxo tenor)
Michael González González (Trompeta)
Egar Martínez (Percusión)
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