Aruán Ortiz no es solo un fenómeno entre la nueva generación de músicos que actúan hoy, sino que también es una rareza cultural entre estos artistas. Ortiz es uno de los dos únicos artistas cuyo origen está indisolublemente ligado a la diáspora cubano-haitiana; el otro es el célebre grupo a capella antes conocido como Grupo Vocal Desandann (ahora conocido como Coro Criollo de Cuba). Ortiz siempre ha reconocido su herencia de una forma u otra, en sus estancias musicales anteriores, pero con Santiarican Blues Suite no da un paso, sino un salto más allá. Ortiz traza ahora una línea cultural desde África a través de Haití, Nueva Orleans, el delta del Mississippi, dondequiera que floreciera el blues. La forma es diferente, aquí no hay 12 compases, pero ese es el intento de un hombre blanco de clasificar la forma. El blues como un estado del ser que refleja el horror indescriptible de la esclavitud, la alegría tentativa del descubrimiento de la libertad, porque nadie más que los haitianos estaban libres de la esclavitud en ese momento e incluso cuando los afroamericanos eran legalmente libres, seguían siendo culturalmente esclavizados por el dominio del cristianismo sobre la adoración de su propio grupo de santos que fueron traídos a través del Atlántico en los barcos de esclavos.
Aruán Ortiz aborda todo esto en una arrolladora suite espectacular escrita originalmente como un ballet titulado Pagan or Not e interpretada por el Teatro de Ballet José Mateo con motivo de su 25 Aniversario. La suite de ballet se divide en cinco partes, comenzando con la aterradora llegada tentativa de los esclavos de África y terminando con un glorioso jubileo no solo de libertad, sino también de la comprensión de que había motivos para celebrar la unión cultural entre África y Europa como nadie. pero el criollo afroamericano o cubano haitiano podría celebrar. Esto le dio a la recién creada Diáspora una singularidad que nadie podía quitarles, ni siquiera copiar o replicar, sin importar cuánto lo intentaran. Este, sin embargo, no es el propósito del ballet, ni una sugerencia de la música de Ortiz en Santiarican Blues Suite , es simplemente un hecho irrefutable. La majestuosidad con la que Ortiz ha plasmado este viaje debe convertirlo en una de las mejores obras de la música moderna, comparable a otra representación musical reciente de un viaje cruel pero fascinante, Trails of Tears (Universal France / Sunnyside Records, 2010), el trompetista Representación de Jacques Coursil de la Nación Cherokee siendo expulsada de su tierra ancestral.
La Suite de Ortiz comienza con la llegada de los pueblos esclavizados a Haití. El drama de su miedo e incertidumbre es capturado brillantemente por el maestro percusionista, Mauricio Herrera, quien usa la dramaturgia atronadora del tímpano combinada con pequeñas percusiones intercaladas con cuerdas que suenan siniestras para representar el terror de un pueblo desplazado. Para cuando llega la segunda parte de la Suite, “P'al Monte”, la nación esclavizada comienza a sentirse cómoda en su nuevo entorno. Ortiz describe esto con su magistral uso de la tumba francesa, la sociedad sociocultural que floreció en la provincia de Oriente de Cuba. A las voces melancólicas le sigue la imitación de la canción y el baile que acompañaban a esta estasis musical. El uso del "catá", el pequeño xilófono de madera, fusionada con la sección de cuerdas es una brillante exposición del estado de ánimo de la gente ahora más extasiada en su nuevo entorno. La tercera parte de la Suite, “San Pascual Bailón” trata sobre el surgimiento de un pueblo convertido al catolicismo, donde el cristianismo medieval se absorbe en el culto de la santería. Aquí Ortiz utiliza un nuevo ritmo, el tango haitiano, sincopado en el cuarto tiempo. Esto se remonta a la contradanza criolla que usa tympani y bourdon para parodiar las melodías paganas que se escuchan a través de los recién convertidos al cristianismo en procesión con su grupo de santos. Los pueblos aún inciertos están representados en la siguiente parte de la Suite, “Sagrado” inspirado en la “Perla Marina” de Sindo Garay. Esta parte de la suite utiliza principalmente cuerdas para marcar el comienzo del estado de ánimo de la melancolía que se convierte en calma justo antes de la celebración final de la vida. Esto es anunciado en la sección por la repentina introducción de la flauta. La sección final es la del “Jubileo / Comparsa” donde el criollo haitiano se da cuenta de que la suya es una diáspora única, no muy diferente a la criolla de Nueva Orleans, donde la música de África se fusiona con la de Europa. Así Ortiz establece el vínculo entre la música cubano-haitiana y la de Nueva Orleans —el origen proverbial del Blues del álbum— que es esa montaña rusa emocional de tristeza y alegría, exclusiva de los esclavos de Gorée.
Este disco de un artista muy especial pasará a ser una de las obras musicales más significativas. Su poder, significado y belleza permanecerán para siempre en el alma, donde todo el arte musical se disfruta al máximo._Raul da Gama (latinjazznet)
Aruán Ortiz - Santiarican Blues Suite (2012)
Temas:
01. Diaspora
02. P'al Monte
03. San Pascual Bailón
04. Sagrado
05. Jubilee/Comparsa
Musicos:
Aruán Ortiz (Piano)
Katya Mihailova (Piano)
Zoe Hillengas (Flauta)
Francisco Salazar (Violín)
Luis Casals (Violín)
Michiko Ozawa (Violín)
Samuel Marchan (Viola)
Brian Sanders (Cello)
Pedro Giraudo (Bajo)
Anthony Morris (Bajo)
Mauricio Herrera (Percusión)