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sábado, 9 de noviembre de 2024

Pat Thomas - Desafinado

Sorprendentemente, la cantante Pat Thomas está prácticamente olvidada, incluso como parte de la escena de la que fue, demasiado brevemente, un gran talento. En Chicago, donde nació y creció, era la cantante femenina más solicitada por los músicos locales y visitantes, que valoraban su forma de tratar las letras. Pat podría clasificarse como una vocalista de pop-jazz. Tenía un estilo directo y claro mezclado con una lectura sutil de la canción, un sonido vocal cálido, una entonación impecable y un sentimiento sincero del blues.

Tenía sólo 24 años cuando grabó la primera versión en inglés del éxito de la bossa nova, Desafinado, para Verve en 1962; publicado como single de debut con One Note Samba, le valió una nominación a los Grammy. Traspasado a MGM para su publicación, formó parte de Desafinado, el álbum que grabó ese año con algunos músicos notables, como Bud Shank, Laurindo Almeida, Mel Lewis y el arreglista Lalo Schifrin, además de la orquesta. Se vendió bien y dio lugar a un segundo álbum, Moody's Mood, al año siguiente, con orquestas arregladas por Claus Ogerman y varios otros. Con la participación de Johnny Hodges y Hank Jones en algunos temas, demostró que su registro era mucho mayor que su dominio del lenguaje brasileño y confirmó las cualidades de una artista aclamada como «una buena cantante en camino de convertirse en una gran cantante». De alguna manera, eso nunca se materializó; murió, sin ser anunciada, en marzo de 1992._(freshsoundrecords)
                                                                        
                                                                                

Pat Thomas - Desafinado (1962)

Temas:
01. Carnival
02. Desafinado (Slightly Out Of Tune)
03. Baia
04. One Note Samba
05. C'est Si Bon
06. Recado Bossa Nova
07. Could Be
08. I Wish You Love
09. Samba De Orfeu
10. Once Again
11. Soft Nights (E Luxo So)
12. To Welcome The Day

Musicos, en temas #01, #03, #04 y #10:
Pat Thomas (Voz)
Lalo Schifrin (Orquesta dirigida y arreglos)
Paul Horn (Flauta)
Laurindo Almeida (Guitarra)
Buddy Clark (Bajo)
Mel Lewis (Batería)
Frank Guerrero y Jack Del Rio (Percusión)
6 violines, 2 violas y 2 ​​violonchelos
Grabado en Los Ángeles, el 1 de octubre de 1962

Musicos, en temas #02, #05, #09, #11 y #12:
Pat Thomas (Voz)
Lalo Schifrin (Orquesta dirigida y arreglos)
Bud Shank (Flauta)
Laurindo Almeida y Al Hendrickson (Guitarras)
Buddy Clark (Bajo)
Mel Lewis (Batería)
Frank Flynn (Baquetas)
Frank Guerrero y Jack Del Rio (Percusión)
6 violines, 2 violas y 2 ​​violonchelos
Grabado en Los Ángeles, el 2 de octubre de 1962

sábado, 19 de octubre de 2024

Conrad Herwig - The Latin Side of Mingus

El trombonista de jazz neoyorquino Conrad Herwig está considerado uno de los músicos de jazz
más completos del mundo, tanto en el campo de la interpretación como en el de la enseñanza del jazz, además de contar con numerosos créditos como compositor y arreglista.  Hasta la fecha, ha publicado 20 grabaciones como líder, además de participar en cerca de 200 sesiones de grabación con algunos de los artistas más notables del jazz.  Ha tocado y grabado con Miles Davis, Joe Henderson, Eddie Palmieri, Tito Puente, Frank Sinatra, Joe Lovano y Tom Harrell, entre muchos otros.   
Nacido el 1 de noviembre de 1959 en Lawton (Oklahoma), Herwig forma parte del Salón de la Fama del Jazz de ese estado.  Pasó sus años de formación musical en Hawai bajo el aura del trombonista Trummy Young, icono del jazz, y se graduó en el Punahou High School. El talentoso trombonista estudió después en la Universidad del Norte de Texas, donde formó parte de la famosa One O'Clock Jazz Lab Band. Más adelante en su carrera completaría sus estudios en el Goddard College de Plainfield, Vermont, donde se licenció en etnomusicología afrocaribeña.  Los estudios formales de Herwig concluyeron con un máster en estudios de jazz en el Queens College, una rama de la City University de Nueva York..._(allaboutjazz)

El trombonista Conrad Herwig, miembro clave del grupo La Perfecta II de Eddie Palmieri desde principios de la década de 2000, así como antiguo y actual miembro de la Mingus Big Band, lleva realizando homenajes con temática de jazz latino a iconos del jazz desde The Latin Side of John Coltrane, nominado a los Grammy en 1996. Este homenaje a Charles Mingus, alimentado por la clave, combina dos aspectos paralelos de su extraordinaria carrera. Herwig, un técnico superior en su instrumento, que muestra en solos estelares en las interpretaciones salseadas de «Boogie Stop Shuffle», «Gunslinging Bird» y «Better Get Hit in Your Soul» de Mingus, también se beneficia enormemente de la apretada sección rítmica del pianista Bill O'Connell, el bajista Luques Curtis, el batería Robby Ameen y el conguero Camilo
Molina, que colectivamente impulsan estos temas con mucho fuego. Otros solos destacados incluyen el ataque de notas altas del trompetista Randy Brecker en «Boogie Stop Shuffle» y el intercambio a tres bandas sobre un groove de son montuno entre Herwig, Brecker y el saxofonista Craig Handy en una acelerada «Hora Decubitus». El trompetista habitual de la Mingus Big Band, Alex Sipiagin, también brilla en una versión cha cha cha de «Goodbye Pork Pie Hat» y en una hermosa versión bolero de «Duke Ellington's Sound of Love», en la que destaca su radiante fliscorno._(theabsolutesound)
   

                                                                                   

Conrad Herwig - The Latin Side of Mingus (2022)

Temas:
01. Gunslinging Bird (Arreglos-Conrad Herwig)
02. Boogie Stop Shuffle (Arreglos-Bill O'Connell)
03. No Dejes Que Pase Aqui (Don't Let It Happen Here) (Arreglos-Conrad Herwig, Howard Johnson)
04. Goodbye Pork Pie Hat (Arreglos-Bill O'Connell, Conrad Herwig)
05. Hora Decubitus (Arreglos-Conrad Herwig)
06. Duke Ellington's Sound Of Love (Arreglos-Marc Stasio)
07. All The Things You Could Be By Now If Sigmund Freud's Wife Was Your Mother (Arreglos- Bill O'Connell)
08. Better Get Hit In Your Soul (Arreglos-Bill O'Connell)

Musicos:
Conrad Herwig  (Trombón, lider)
Randy Brecker (Trompeta)
Alex Sipiagin (Trompeta, fliscorno #6)
Craig Handy (Saxo tenor #1,2,5-8, flauta #4, clarinete bajo #3)
Bill O'Connell (Piano, Fender Rhodes #6)
Luques Curtis (Bajo)
Robby Ameen (Batería)
Camilo Molina (Congas)
Ruben Blades (Narración #3)

Grabado en Trading 8s Recording Studio, Paramus, NJ.

sábado, 12 de octubre de 2024

David Virelles - Igbo Alakorin (The Singer's Grove), Vol. I & II

David Virelles nació en Cuba en 1983 y creció en Santiago. Su padre es José Aquiles, cantautor; su madre era flautista de la Sinfónica de Santiago de Cuba. Virelles comenzó sus estudios de piano clásico a los siete años y escuchó diversas formas de música cubana durante su infancia. Conoció a la música canadiense Jane Bunnett en Cuba y ella le invitó a Toronto. Con el tiempo, estudió en la Universidad de Toronto y en el Humber College. Virelles también grabó y realizó giras con Bunnett, incluso para su álbum Alma de Santiago, de 2001. Comenzó a comunicarse por correo electrónico y teléfono con Steve Coleman alrededor de 2006; el saxofonista le respondía detalladamente a preguntas sobre música.
Una beca del Consejo Canadiense de las Artes permitió a Virelles estudiar con Henry Threadgill en Nueva York. Virelles se trasladó a Nueva York de forma permanente en 2009 y pronto tocó con importantes figuras del jazz, como los saxofonistas Coleman, Chris Potter y Mark Turner.
Virelles formó parte de un trío en 2010, con el bajista Ben Street y el batería Andrew Cyrille, que tocaba música en gran parte improvisada. 
El pianista añadió más tarde a este grupo al percusionista Román Díaz. En 2011, Virelles tocó el piano preparado, la celesta y el armonio en el álbum de Potter The Sirens. Virelles hizo su debut como líder de ECM Records con el lanzamiento de 2014 Mbókò. El crítico de The Guardian informó que «Virelles explora antiguas músicas sagradas y rituales afrocubanas a través de fusiones imaginativas con materiales contemporáneos. Principalmente lo hace utilizando los dos bajos como drones, mezclando espaciosos ambientes de acordes con estallidos de sorprendente improvisación en un flujo de estilos, y centrando gran parte de la melodía en [los dos] bateristas"._(wikipedia)

Los oyentes -sencillos y sofisticados- que ya se han acostumbrado a la música de David Virelles pueden esperar que con cada grabación se amplíen los límites de la música que ha surgido de su herencia afrocubana, especialmente desde sus dos últimas grabaciones con músicos de jazz legendarios como Henry Threadgill y Steve Coleman. 
Con Igbó Alákorin The Singer's Grove Vol. I & II les espera, no una sorpresa, sino una conmoción; sorpresa porque con esta grabación el Sr. Virelles vuelve a los días de gloria de los trovadores (de hace al menos cien años) y sorpresa porque toca la música en el auténtico estilo que se tocaba entonces, a la gran manera de los músicos de Santiago de Cuba (u Oriente, como se llamaba antes de 1905), y de músicos como los de la Orquesta Chepín-Chovén (como nos cuenta en sus breves notas), una de las legendarias bandas afrocubanas de Cuba.
Sin embargo, aunque se trata de un nostálgico regreso a su propia herencia afrocubana, en la que nació y fue educado por su padre (y su madre), está lejos de ser sentimental y retrógrado, sino más bien una excursión musical a lo que hace que la música afrocubana -danzón, oriental, chepinsón, pregón, bolero y trova- sea tan mágica. Y aunque haya que esperar hasta "Sube la Loma, Compay" para que la disonancia angular emerja del pianismo del Sr. Virelles, es un viaje de ensueño en todo momento. En muchos aspectos, este viaje musical podría hacerse innumerables veces y cada una de ellas se sentirá como si fuera la primera vez, al igual que lo es escuchar los Lieder de Schubert o los de Mahler por primera vez, porque al igual que la canción clásica, esta música, que lleva siglos gestándose, está siempre fresca, sin duda como lo está en esta grabación.
La música también sitúa al joven Sr. Virelles en la envidiable compañía de sus antepasados, como Bebo y Chucho Valdés, por la deslumbrante sencillez tanto de su musicalidad como de su pianismo. En ningún momento se distrae al oyente con virtuosismos gratuitos. Cada nota y cada frase, con cada matiz acentuado, es un modelo de artesanía. Este único disco consta de dos volúmenes. El primero destaca la música interpretada en un entorno orquestal y presenta a los incomparables trovadores Emilio Despaigne Robert y Alejandro Almenares, que también se acompaña a sí mismo en el requinto, una guitarra única de Cuba, ambos evocan los días felices de los trovadores. El segundo volumen destaca al Sr. Virelles en un dúo con Rafael Ábalos, que le acompaña al güiro en una interpretación virtuosa que pone el listón a una nueva altura para ese instrumento.
Este repertorio consta de catorce canciones y, en conjunto, la grabación se desarrolla como la banda sonora de una película clásica en la que las imágenes aparecen como lienzos mojados que se funden unos con otros mientras la música fluye y refluye hasta su desenlace final. A lo largo de todo el disco, tanto si aparece con su instrumento como si toca en la sombra de los focos que iluminan a uno u otro vocalista o músico solista, el Sr. Virelles nos ofrece un testimonio estelar de su ingeniosa musicalidad, mientras nos quedamos hipnotizados no sólo por la belleza desnuda de esta música, sino también por el genio desenfrenado del joven pianista que está devolviéndole la vida eterna._ Raul Da Gama (latinjazznet)
                                                         


David Virelles - Igbo Alakorin (The Singer's Grove), Vol. I & II (2018)

Temas:
01. Bodas de Oro
02. El Rayaero 
03. Grato Recuerdo 
04. Echa Pa' Allá 
05. Canto a Oriente 
06. Un Granito de Arena 
07. Sube La Loma, Compay 
08. Cosas de Mi Cuba 
09. Ojos de Sirena 

10. Tápame Que Tengo Frío 
11. Tira la Cuchara y Rompe el Plato 
12. Mojito Criollo 
13. Mares y Arenas 
14. Tres Lindas Cubanas 

Musicos en Vol.I:
David Virelles (Piano, coros)
Alejandro Almenares (Requinto, voz en temas #3,#5,#8,#9, coros)
Emilio Despaigne Robert (Voz en temas #2,#7, coros)
Rafael Ábalos (Timbal, güiro, coros)
José Ángel Martínez (Bajo)
Lázaro Bandera (Congas)
Román Filiú (Saxo alto)
René «La Flor» Domínguez (Saxo tenor)
Baudelis Rodríguez (Saxo barítono)
Abel Virelles (Trompeta)
José Aquiles Virelles (Coros)
Gabriel Montero (Pailitas criollas, claves en temas#2,#7)
- con John Benitez (Bajo en temas #5,#8)

Musicos en Vol.II:
David Virelles (Piano)
Rafael Ábalos (Güiro)

sábado, 5 de octubre de 2024

Mulatu Astatke & His Ethiopian Quintet - Afro-Latin Soul


Mulatu Astatke (o Astatqé) (Jimma, Etiopía, 19 de diciembre de 1943) es un músico, compositor y arreglista etíope. Se le considera el padre del ethio-jazz. Su formación musical se realizó en el Trinity Laban Conservatoire of Music and Dance de Londres, donde estudió clarinete, piano y armonía, Nueva York y Boston, donde fue el primer estudiante africano y también el primer africano en conseguir un doctorado del Berklee College of Music; allí estuvo formándose en vibráfono y percusiones. Posteriormente combinó la influencia del jazz y la música latina con la música tradicional etíope..._(wikipedia)

Mi deseo de empezar a hacer Ethio-jazz empezó en Londres mientras estudiaba allí en los años 50; entonces supe que quería ser diferente con mi música. Busqué músicos de distintos orígenes africanos y vi que tenían éxito y promocionaban la cultura de su país. Sin embargo, había muy poco de África Oriental y Etiopía, así que decidí en ese momento que crearía algo único basado en el rico patrimonio de nuestra música y mostraría lo mucho que hemos contribuido al mundo de la música en general.
Ese viaje empezó a tomar forma en el Berklee College de Bastan. Fui el primer músico africano que estudió allí y ese periodo fue muy importante para mí. Aprendí los aspectos técnicos de muchas formas musicales diferentes y mis profesores me dieron la confianza necesaria para avanzar en mi propia dirección, enseñándome que estaba bien ser diferente en mi música y probar algo completamente nuevo. La música cultural etíope se basa en cuatro modos -tezeta, bati, anchihoy y ambassel- y, dentro de mi música, sabía que esos modos no se podían tocar. Tenían que permanecer en el centro de mi música o todo el carácter del sonido cambiaría y se distorsionaría. Empecé a añadir hermosos colores con acordes, voicings, líneas de bajo y secciones rítmicas, escribiendo progresiones que encajaran bien. Es muy difícil escribir música de 12 notas en torno a los modos etíopes sin destruirlos.

A mediados de los 60 volví a Addis, pero seguía yendo y viniendo a Estados Unidos. En aquella época, nadie fusionaba la música etíope con el jazz. En mi país existía la Primera Orquesta del Teatro Nacional y tanto la policía como el ejército tenían sus propias orquestas. También había bandas como la Echoes y la Ras Band. Los músicos de entonces basaban sus melodías estrictamente en los cuatro modos etíopes, utilizando técnicas como el «canon», con líneas melódicas que se hacían eco unas a otras. Con el Ethio jazz, quise conscientemente ampliar y explorar los modos de diferentes maneras.
Formé un grupo llamado The Ethiopian Quintet en Nueva York, compuesto por una mezcla de músicos etíopes, latinos y afroamericanos (en aquella época no había muchos músicos etíopes en Estados Unidos). La banda incluía al trompetista y pianista Rudy Houston, que más tarde tocó con Yambu, y a Félix Torres, que tocó con la Sonora Ponceña. Siempre he sentido una profunda conexión entre la música latina y la africana; viajé a Cuba para averiguar dónde desembarcó el primer americano, escuché a sus músicos tocar y bailar y, aunque cantaban en español, el tempo, el ritmo y el sentimiento eran muy similares a aspectos de la música africana.
Así que, con el Quinteto Etíope, quise mostrar la contribución africana a la música latina y fue mi primera oportunidad de experimentar y empezar a desarrollar mi visión del Ethio-jazz con esta banda. Con los músicos estadounidenses y puertorriqueños en el grupo creamos un ambiente y unos arreglos diferentes. Fue una gran oportunidad para mí y a ellos les encantó lo que componía y la dirección que intentaba tomar.

Hicimos bastantes conciertos, algunas bodas españolas, eventos al norte de Nueva York y en Manhattan. Tocamos en el Village Gate con Dave Pike, un gran amigo mío por aquel entonces, uno de los mejores músicos de vibráfono del mundo. Tocaba mucho con Herbie Mann y recuerdo que me senté a ver una de sus sesiones de grabación. Vi a muchos otros grandes músicos en conciertos, desde Coltrane a Bud Powell y Bill Evans. En el live circ uit de Nueva York conocí a un productor llamado Gil Snapper. Gil era un tipo muy agradable e interesante y trabajaba con músicos de muchos estilos diferentes. Entendió mi música muy rápidamente; nos llevamos bien y me invitó a grabar con The Ethiopian Quintet, así que nuestros primeros álbumes con él fueron 'Afro Latin Soul' Volúmenes 1 y 2, ambos grabados durante 1966.
En el primer volumen, interpreté una adaptación de una antigua canción guerrera etíope, «I Faram Gami I Faram». Me habría gustado contar con un cantante etíope para el tema, pero estaba cantado en latín y la letra se tradujo al cantante para que pudiera cantarla en español. No obstante, resultó una bonita combinación. El álbum incluía otras composiciones que fueron pasos importantes para mí: 'Mascaram Setaba' (Viene el verano) 'Shagu' y 'Almaz'. En el segundo volumen, Rudy Houston sugirió una pieza musical que llamamos «The Panther» (La pantera), en referencia al animal, pero también en reconocimiento a las Panteras Negras, muy activas en la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos en aquella época. En este álbum, una de mis favoritas es mi composición «Girl From Addis Ababa», que funcionaba muy bien como fusión de modos etíopes y ritmos R&R, un indicador del sonido de jazz etíope más afinado de mi álbum posterior para Worthy, «Mulatu Of Ethiopia» (1972). También incluía mi nuevo arreglo de la melodía de los años 50 «Lover's Mambo». Ambos álbumes incluyen bonitos arreglos también por Osear García, Rudy Houston y Gil Snapper también.
Me siento orgulloso de la grabación cuando la escucho de nuevo. Fue un momento importante en mi carrera y fue una época muy interesante y progresista estar en Nueva York a mediados de los años 60. Estuve allí al mismo tiempo que Hugh Masekela, Miriam Makeba y Fela Kuti y, cada uno a su manera, intentamos hacer nuestra parte para poner a África en el mapa del jazz contemporáneo._ Mulatu Astatke, abril de 2018
                                                                               

Mulatu Astatke & His Ethiopian Quintet - Afro-Latin Soul (1966, R-2018)

Temas:
Afro Latin Soul:
01. I Faram Gami I Faram (Mulatu Astatke)
02. Mascaram Setaba (Mulatu Astatke)
03. Shagu (Mulatu Astatke)
04. One For Buzayhew (Mulatu Astatke)
05. Alone In The Crowd (Gil Snapper)
06. Almaz (Mulatu Astatke)
07. Mulatu's Hideaway (Mulatu Astatke)
08. Askum (Rudy Houston)
09. A Kiss Before Dawn (Gil Snapper & Weiss) 
10. Playboy Cha Cha (Oscar Garcia)

Afro Latin Soul Vol. 2:
11. The Panther (Boogaloo) (Rudy Houston)
12. Konjit (Pretty) (Oscar Garcia)
13. Soul Power (Rudy Houston)
14. Lover's Mambo (Tradicional, Arr. Mulatu Astatke) 
15. Love Mood For Two (Rudy Houston)
16. Jijiger (Rudy Houston)
17. Girl From Addis Ababa (Mulatu Astatke)
18. Karayu (Oscar Garcia)
19. Raina (Rudy Houston)

Musicos:
Mulatu Astatke (Vibráfono, piano, batería)
Rudy Houston (Piano, trompeta)
Robert Cuadrado (Bajo)
Felix Torres / John Perez (Congas / Bongos en Vol.1)
Pete Iglesias (Congas en Vol.2)
Tony Pearson (Timbales)

sábado, 21 de septiembre de 2024

Sérgio Mendes - The Swinger From Rio

Sérgio Santos Mendes (Niterói, Río de Janeiro, 11 de febrero de 1941-Los Ángeles, California, 5 de septiembre de 2024) fue un cantautor, arreglista, pianista y músico brasileño de bossa nova. Con más de 35 publicaciones, fusionó la bossa nova con otros ritmos como el jazz y el funk.​ Es uno de los referentes internacionales de la música brasileña. Fue nominado al Óscar a la mejor canción original en 2011 como coautor de la canción «Real in Rio» de la película de animación Río..._(wikipedia)

En el último año nos hemos familiarizado más con la música de América Latina y especialmente con la de Brasil. La nueva música de Brasil (más conocida como bossa nova) ha sido absorbida por la corriente principal de nuestra propia música. Esto es completamente natural. Mientras nosotros escuchábamos su música, los músicos latinoamericanos escuchaban la nuestra. La música de jazz, en particular, les fascina desde hace tiempo, y sería exacto describir la bossa nova como un matrimonio entre la música brasileña moderna y el jazz estadounidense. La música contenida en este álbum es el feliz resultado de un encuentro entre estrellas de la bossa nova brasileña y músicos de jazz estadounidenses.
Sergio Mendes, el joven que adorna la cala de este LP, es uno de los talentos más brillantes surgidos de los círculos musicales brasileños. Posee un estilo de piano nítido que domina claramente todas las interpretaciones de este álbum. La claridad del pensamiento musical de Sergio es siempre evidente, tanto si está tocando solo, en conjunto o acompañando el solo de otro. Además, inspira algunos de los mejores trabajos discográficos de los conocidos intérpretes de jazz Art Farme, Phil Woods y Hubert Laws.
Sergio está acostumbrado a tocar con los principales músicos del país. Se convirtió en pianista profesional a los dieciséis años. Un año más tarde organizó su propio grupo para actuar en fiestas y clubes nocturnos de Niteroi, su ciudad natal, situada frente a la bahía de lpanema, la ciudad más famosa de Brasil. El compositor y músico Antonio Carlos Jobim escuchó tocar a Sergio y quedó muy impresionado. Le dio muchos ánimos, y en poco tiempo Sergio se unió al círculo de músicos de Río que estaban creando un nuevo estilo musical que llegó a conocerse como bossa nova.
Es imposible concebir una mayor compenetración musical que la que muestran Sergio, el fluegelhomista Art Farme, el saxofonista Phil Woods y el ftutista Hubert Lwas en este álbum. Escuchando la forma en que encajan sus solos, uno podría suponer fácilmente que estos músicos han trabajado juntos durante muchos años. Sergio tiene la extraordinaria facilidad de adaptar la calidad tonal de su instrumento a la del músico con el que toca. Obsérvese, por ejemplo, que cuando él y Art Farmer intercambian frases al final de Useless Panorama, el sonido de sus instrumentos mantiene un flujo uniforme. En So Danco Samba y Maria Moita, el piano de Sergio tiene un poco más de garra que el robusto saxofón de Phil Woods. Aunque estos músicos hayan nacido a miles de kilómetros de distancia, son almas gemelas. El buen amigo de Sergio y el hombre al que llama su menor, Antonio Carlos Jobim, está presente en muchos de los números. Más conocido como el compositor de los temas clásicos de la bossa nova (Desafinado, One Note Samba, etc.), Jobim es también un consumado guitarrista. Los músicos que componen la sección rítmica son miembros del trío del propio Sergio, Tiao Netto al bajo y el batería Chico DeSouza, que mantienen el ritmo en todos los tempos. Desde el punto de vista geográfico, Sergio Mendes podría ser el Swirtger de Río, pero a juzgar por los éxitos que interpreta en este álbum, también podría ser el Swinger de EE.UU._Bob Altshuler 
                                                                                   
                                                                                  

Sérgio Mendes - The Swinger From Rio (1964)

Temas:
01. Maria Moita (Carlos Lyra, Vinicius de Moraes)
02. Sambinha Bossa Nova (Antônio Carlos Jobim)
03. Batida Diferente (Durval Ferreira, Maurício Einhorn)
04. Só Danço Samba (Antônio Carlos Jobim, Vinicius de Moraes)
05. Pau Brazil (Sérgio Mendes)
06. The Girl From Ipanema (Antônio Carlos Jobim, Vinicius de Moraes)
07. Useless Panorama (Antônio Carlos Jobim)
08. The Dreamer (Antônio Carlos Jobim, Gene Lees)
09. Primavera (Carlos Lyra)
10. Consolação (Baden Powell)
11. Favela (Antônio Carlos Jobim)

Musicos:
Sérgio Mendes (Piano)
Antônio Carlos Jobim (Guitarra)
Tiao Neto (Bajo)
Chico DeSouza (Batería)
Art Farmer (Fliscorno en temas #2, #6, #7)
Phil Woods (Saxo alto en temas #1, #4, #8)
Hubert Laws (Flauta en temas #3, #5, #9, #11)

Grabado en Nueva York del 7 al 9 de diciembre de 1964

sábado, 14 de septiembre de 2024

Art Pepper - Tokyo Debut


Arthur Edward Pepper Jr. (1 de septiembre de 1925 - 15 de junio de 1982) fue un músico de jazz estadounidense, conocido sobre todo como saxofonista alto. Ocasionalmente tocó y grabó con saxofón tenor, clarinete (su primer instrumento) y clarinete bajo. Activo sobre todo en el jazz de la costa oeste, Pepper se dio a conocer en la big band de Stan Kenton. Fue conocido por sus interpretaciones cargadas de emoción y varios cambios estilísticos a lo largo de su carrera, y el crítico Scott Yanow lo describió como «el mejor contralto del mundo» en el momento de su muerte en 1982..._ (wikipedia)

En 1977, Art Pepper no creía que se le permitiría entrar en Japón. Todo el mundo sabía que los yonquis convictos estaban en una lista internacional y que los que figuraban en ella eran rechazados a su llegada a suelo japonés y enviados de vuelta a casa. Habíamos oído varias historias deprimentes -sobre otros músicos de jazz y rock- sobre este tema. También habíamos oído que Art era popular en Japón. En 1975 emprendió su último regreso. Grabó dos nuevos álbumes para Contemporary que se vendieron bien en Japón y, a finales del 76, se situó entre los primeros puestos de las encuestas de lectores y críticos de Swing Journal, la elegante biblia mensual del jazz japonés.

Lástima que no pudiera hacer giras. Entonces apareció una ambiciosa pareja japonesa, el apuesto Sr. Terajima, «Terry», y su inteligente esposa. De su inglés cuidadosamente vacilante (pensamos que insinuaban cosas que no decían abiertamente) dedujimos que sólo ellos y su promotor podrían mover los hilos que permitieran a Art actuar en Japón. Le ofrecieron una breve gira: varios conciertos en Tokio y alrededores y uno en Osaka. Le pagarían 1.000 dólares, muy poco para él, incluso entonces. Pero, se insinuó, este viaje rompería el hielo y abriría el camino a futuras contrataciones lucrativas. Insistieron en que Art llevara a su esposa, a mí. Creo que pensaron que lo mantendría alejado de problemas. Viajaríamos con el sexteto de Cal Tjader como una especie de «tapadera», y para que hubiera alguien que actuara si, bueno, se daba el caso. Jimmy Lyons, el director del Monterey Jazz Festival, venía con Cal. Jugó un papel muy importante en todo esto. Y nada de esto parecía del todo correcto, pero era una oportunidad y decidimos no dejarla pasar. Art se preparó cuidadosamente. Aproximadamente un mes antes de partir, hizo copias limpias y hermosas de los nuevos arreglos originales que había tocado en sus últimas grabaciones. Escribió las partes individuales, una para cada miembro de la banda, e insertó cada página en su propia hoja de plástico protectora. Yo copié las melodías de los álbumes en seis casetes. Enviamos este material a Jimmy Lyons, y formaba parte de nuestro acuerdo escrito que las partituras debían ser distribuidas y ensayadas por los chicos de Cal. Art se enfadó profunda y notoriamente (se volvió sombrío y monosilábico) cuando descubrió, esperando nuestro vuelo a Japón, que Cal nunca había dado las partes a los miembros de su banda. A esa tensión se sumó el temor (y, por parte de Art, la pesimista certeza) de que no le dejarían entrar en el país, sino que le humillarían públicamente en el aeropuerto y le meterían, posiblemente encadenado, en un vuelo de vuelta. Y a eso se añadía un terror que sólo Art y yo compartíamos. Él tomaba metadona de mantenimiento. No podía funcionar sin ella, pero habíamos descubierto que era ilegal en cualquier circunstancia introducir metadona en Japón. Sin embargo, yo había metido una semana de metadona líquida en mi equipaje de mano junto con nuestros artículos de aseo. Estaba en una botella de plástico etiquetada como «champú». Durante el vuelo, Art se mantuvo en su estado de resentimiento y creciente aprensión. Se le ocurrió que podría estar viajando tan lejos sólo para pagar, una vez más, por todos sus delitos.
Llegamos a Narita y pasamos por las formalidades aduaneras habituales, Art (y yo) desfallecido de ansiedad y presentimiento. Pero no había indicios de lista. No nos prestaron ninguna atención especial. Nos dejaron entrar. El Sr. y la Sra. Terajima parecían tan asombrados como nosotros por este milagro. Aquella noche no hubo tiempo para un ensayo real, sólo para una prueba de sonido. Y se hizo evidente que nadie había tenido la intención de tocar las melodías de Art, porque su aparición real había sido tan incierta. El prometer, que no quería arriesgar su reputación ni atraer la atención de las autoridades, sólo había anunciado una gira de Cal Tjader. La visita de Art a Japón se había mantenido en secreto para sus fans. Sólo se supo cuando pasamos la aduana a salvo. Para el primer concierto, la sala, muy grande (Yubin Chokin Hall), ni siquiera se llenó. Pero nada de eso importó cuando, tras el intermedio, Art fue presentado y por fin apareció. Nos habían advertido de que los japoneses eran un pueblo poco demostrativo; no aplaudían mucho. Cuando Art salió de los bastidores y subió al escenario, esta multitud de japoneses sobriamente vestidos y educados se puso en pie y aplaudió, gritó, zapateó, silbó y chilló. Y no paraba. Una y otra vez, aplausos y gritos, una catarata de ruido, de emoción vehemente, un rugido de amor como el que Art había estado escuchando durante toda su vida, una bendición atronadora. Se quedó perplejo, luego atónito, luego tan feliz, mientras yo lloraba entre el público (muchos de ellos también lloraban) rodeado de aquel clamor magnífico e interminable. En una carta a un amigo que aparece en su autobiografía, Straight Life, Art escribió que «estaba allí de pie haciendo reverencias y esperando a que pararan y sintiendo la sensación más hermosa que creo haber sentido nunca en mi vida». .... [No importaba la música que tocaran, aunque Art estaba decidido a devolver a la multitud una parte de lo que le habían dado. A cambio de su amor, les dio belleza: les regaló la dulce tristeza de «Here's That Rainy Day». Les dio alegría: improvisó un blues boyante, «The Spirit ls Here», y les dio júbilo cuando consiguió que la banda tocara su deslumbrante «Straight Lite» (es rápida, pero los cambios de acordes, basados en «Alter You've Gone», son fáciles). Y Art estaba loco por la música latina, así que cuando él y Cal se juntaron, al final, en el honie ground de Cal, se desgañitaron. Después del concierto, la gente hacía cola para pedir autógrafos, sorne con pilas de viejos álbumes de Art, por el pasillo, por la puerta, por la calle. El promotor nos agotó durante los días siguientes: dos conciertos al día, un programa de radio y entrevistas. También vimos los cerezos en flor en el castillo de Osaka (era abril) y comimos la mejor cena china del mundo en un comedor privado dorado. 
Y una luminosa noche de Tokio nos fuimos de excursión en limusina mientras Ray Charles cantaba en la pletina. Art se hizo amigo de la magnífica banda de Cal y de Cal, un hombre fácil de querer. Art y Poncho Sánchez (el sublime percusionista de Cal, ahora famoso con su propia banda) hablaban del este de Los Ángeles e intercambiaban cumplidos, y Ciare Fischer (uno de los grandes teclistas del mundo), no conocido por su calidez, se mostraba maravilloso con los enfurruñamientos e incertidumbres de Art. Ayudaba, por supuesto, que Art adorara la forma de tocar de Clare, que decía sentirse tremendamente inspirado por su elección de acordes y por cómo los expresaba. Especialmente en las baladas. Este precioso disco contiene la parte de Art del último concierto de la gira, el segundo en el Yubin Chokin Hall. Fue grabado por la radio japonesa. En los años siguientes, Art ganó regularmente las encuestas del Swing Journal con su instrumento, llegando a convertirse una vez en «Jazzman of the Year». Y aunque perdimos la pista del Sr. y la Sra. Terajima, sí que, como ellos predijeron, volvimos muchas veces a Japón, donde Art y su público siempre se comunicaban tan claramente entre sí. Entre Art y sus fans japoneses fluía el mejor lenguaje de Art: el lenguaje puro de la emoción, de la leve._Laurie Pepper, 1995

                                                                              
                                                                             

Art Pepper - Tokyo Debut (1977-R.1995, Galaxy)

Temas:
01. Introduction 
02. Cherokee 
03. The Spirit Is Here 
04. Here's That Rainy Day 
05. Straight Life 
06. Manteca 
07. Manha De Carnaval 
08. Felicidade

Musicos:
Art Pepper (Saxofón alto)
Cal Tjader (Vibráfono en pistas 6-8)
Clare Fischer (Piano eléctrico)
Bob Redfield (Guitarra en pistas 6-8)
Rob Fisher (Bajo)
Peter Riso (Batería)
Poncho Sanchez (Percusión)

Grabado en directo en el Yubin Chokin Hall de Tokio el 5 de abril de 1977

sábado, 7 de septiembre de 2024

Diana Krall - The Look of Love

Diana Jean Krall (Nanaimo, 16 de noviembre de 1964) es una pianista, compositora, cantante y productora canadiense de jazz.​ Hasta la fecha, ha ganado dos Premios Grammy y diez Premios Juno, nueve discos de oro, tres de platino y siete multiplatino.​ Es la única cantante de jazz con ocho álbumes que debutaron en el top de los álbumes de jazz de Billboard. Ha vendido más de 6 millones de discos en los Estados Unidos y más de 15 millones en todo el mundo. En total, vendió más discos que cualquier otra artista de jazz durante las décadas de 1990 y 2000. Alcanzó fama mundial en el año 2004 y el 11 de diciembre de 2009, la revista Billboard la nombró la artista de jazz de la década 2000-2009..._(wikipedia)

Diana Krall tiene una buena voz y toca decentemente el piano, pero este CD de Verve, con un envoltorio un tanto ridículo, parece un intento evidente de convertirla en un icono del pop y, además, en un símbolo sexual. Los anodinos arreglos de Claus Ogerman (que dirige la Orquesta Sinfónica de Londres o la Orquesta de Sesión de Los Ángeles en cada tema) rozan lo fácil de escuchar, mientras que Krall y sus diversos músicos de apoyo, como John Pisano, Russell Malone, Christian McBride y Peter Erskine (entre otros), parecen claramente sofocados por sus respectivos papeles. Hay un montón de composiciones fuertes aquí, incluyendo estándares como «I Remember You», «The Night We Called It a Day» y «I Get Along Without You Very Well», pero los gráficos poco imaginativos y a menudo almibarados pasan factura a las interpretaciones. Lo que resulta aún más
ridículo es la insistencia de la discográfica en intentar fotografiar a la artista en varias poses sensuales, que ella evidentemente quiere disuadir negándose a sonreír (se rumorea que no está nada contenta con esta parte del negocio). Si lo que se busca es música de fondo poco desafiante, éste es el disco adecuado, pero se recomienda a los aficionados al jazz que consulten los primeros discos de Krall._Ken Dryden (allmusic)
                                                                           
                                                                               

Diana Krall - The Look of Love (2001)

Temas:
01. 'S Wonderful
02. Love Letters
03. I Remember You
04. Cry Me A River
05. Besame Mucho
06. The Night We Called It A Day
07. Dancing In The Dark
08. I Get Along Without You Very Well
09. The Look Of Love
10. Maybe You'll Be There

Musicos:
Diana Krall (Piano, voz en todas las pistas)
Dori Caymmi (Guitarra en pista #1)
Christian McBride (Bajo en todas las pistas)
Jeff Hamilton (Batería en pistas #1, #3, #5)
Paulinho da Costa (Percusión en pistas #1, #3, #5)
Los Angeles Session Orchestra (Orquesta en pistas #1, #3, #5)
Russell Malone (Guitarra en pistas #2, #4, #6, #8, #10)
Peter Erskine (Batería en pistas #2, #4, #6-10)
London Symphony Orchestra (Orquesta en pistas #2, #4, #6-10)
John Pisano (Guitarra en pistas #3, #5)
Romero Lubambo (Guitarra en pistas #7, #9)
Luis Conte (Percusión en pistas #7, #9)
Claus Ogerman (Arreglos de orquesta, dirección)

sábado, 13 de julio de 2024

Yilian Canizares - Ochumare


Este disco te atrapa justo donde menos te lo esperabas. Una joven encantadora, con un vestido de muselina por encima, que puede ajustar su arco al tiempo que canta himnos de África Occidental. Al principio, uno piensa que lo que caracteriza a Ochumare es su virtuosismo. Y luego, en dos segundos abrasadores, esta diva habanera afincada en Suiza muestra sus dientes afilados. De un salto atraviesa recuerdos de Chapín, de Chucho Valdés, del jazz neoyorquino, de la imperiosa audacia de las ceremonias de santería. Nada es bonito en esta música; todo es urgente.
Yilian Cañizares nació no hace mucho, en La Habana. Muy pronto, sobre pieles de tambor, aprendió los ritmos complejos, los espacios oníricos, un África reescrita en la gloriosa insularidad de un país que también importó maestros de Rusia. Yilian es fruto de varias historias. Sabe tocar sonatas de Bach con un violín de precisión matemática. Puede producir un swing de Nueva Orleans. También puede - todo un logro - despertar a las divinidades yoruba. Y en particular a la diosa Oshun, el alma del agua dulce, que mejor corresponde a su naturaleza fluida.
Yilian, niña prodigio, estudió en casa, en una capital que es una encrucijada. Luego partió hacia Caracas: la orquesta, las sinfonías, aprendiendo meticulosamente un instrumento al que le gusta rebelarse. Se labró su propio destino, lejos de su pueblo, y acabó en Suiza para perfeccionar sus arpegios. Curiosamente, fue aquí, en plena Europa protestante, donde fundó un cuarteto que lleva el nombre de una divinidad yoruba: Ochumare. Desde entonces, hacen todo lo posible por reaccionar ante la potencia híbrida del jazz latino, mezclando todo lo que, directa o indirectamente, ha pasado por sus manos.
Un percusionista de Lausana, Cyril Regamey, del que todo el mundo cree que debe ocultar sus orígenes caribeños. Un pianista cubano, Abel Marcel, admirado por Chucho Valdés, que reúne en una cadencia herencias extraídas del impresionismo francés y de los brujos negros. Un bajista venezolano, David Brito, que ha puesto nombre de mujer a su instrumento; ancla el grupo con su sed de síncopas. Y en medio de estos tres tipos, imperturbable, Yilian Cañizares no se contenta con dispensar dulzura y luz. Ella enciende fuegos fatuos, mambos incandescentes, con el dominio absoluto de un repertorio que toma de todos sin devolver nada a nadie.
Canta 'Oshun Edé', un homenaje a su diosa personal, como si hubiera visto el río de ese nombre, sombrío y lleno de oráculos, que atraviesa Nigeria. Nada demostrativo, sólo la conciencia de que esta poesía se ha transmitido durante siglos, a pesar de los océanos que se interpusieron. En "Pirulisme" conjura ángeles acrobáticos, fuelles de lirismo aplastado, que vuelan a toda velocidad. Hilvana perfectos cha-cha-chás de manual, pulsaciones estridentes que parecen salidas de los viejos cabarets de la época en que La Habana aún no había sido conquistada por los turistas que viven de lo exótico (magnífico solo en "Papito"). Incluso cuando murmura estribillos sagrados ('Aso Kara Luwé') en un idioma que antaño se transmitía clandestinamente, Yilian lo relaciona con su propia realidad cosmopolita. La de una mujer que ha visto mundo.
Este álbum es de una riqueza inagotable. Se entra en él como se entra en el eufórico laberinto de las culturas caribeñas. Todo vale, siempre que no tomes nada como base", decía el compositor estadounidense John Cage. Cualquier cosa vale, siempre que lo uses todo, le responde Yilian. El jazz moderno de los años sesenta precursores. Las contredanses francesas del siglo XIX. Los ritmos del son cubano. Las plegarias indestructibles de los hijos de los esclavos. Ochumare es un dios del arco iris, una serpiente mítica que actúa como cordón umbilical del mundo que gira. En medio de la profusión de los senderos que nutren este disco, Yilian Cañizares revela una búsqueda íntima. Cómo encontrar el propio camino a través de la enmarañada red de los orígenes._Arnaud Robert
                                                              
                                                                                  

Yilian Canizares - Ochumare (2013)

Temas:
01. Aso Kara Luwé
02. Pirulisme
03. Red Princess
04. Alas Escarlatas
05. Oshun Edé
06. Eché Mis quejas Al Mar
07. Flor de Algodon
08. Tonada
09. Alma
10. Papito
11. Aso Kara Luwé (End)

Musicos:
Yilian Cañizares (Violín, voz)
Abel Marcel (Piano)
David Brito (Contrabajo)
Cyril Regamey (Batería, percusiones)

Todos los temas son de Yilian Cañizares, excepto las pistas 1 y
11 de Abel Marcel.

sábado, 6 de julio de 2024

Simon Bolzinger - Ritmos Queridos


Pianista, compositor y arreglista, Simón Bolzinger es un apasionado de las músicas tradicionales, muchas de las cuales  ha transcripto al piano así también como las ha reescrito para orquesta, con estricto respeto por la tradición, y buscando siempre la autenticidad de las mismas.  De formación clásica y jazz se interesa principalmente por las culturas de América del Sur y del Caribe.

Director artístico de la Asociación PICANTE en Marsella, organiza cada año, el Encuentro ”Tambor y Tango” sobre las músicas tradicionales, al igual que varios intercambios internacionales que luego conllevarán a la producción de espectáculos y grabaciones.
De formación clásica, es por el canto coral que descubre América del Sur, integrándose a los coros universitarios de Caracas, bajo la dirección de Alberto Grau y de María Guinand. Habiendo pasado dos años en Venezuela (1989-1990) se inicia en la salsa y otros polyritmos afro-venezolanos. Obtiene la  “Medalla de Oro de la clase de Jazz del Conservatorio de Marsella, bajo la dirección de Guy Longnon (1992).
Al final de sus estudios de Ingeniero en Física y de un doctorado en Acústica (1995),  bajo la dirección del compositor Jean-Claude Risset, Bolzinger opta por la carrera de músico profesional y funda el grupo de salsa ZUMBAO que cosechó quince años de giras y de reconocimiento internacional, coronado en la apertura de la Feria de Cali-Colombia, (2006).

Fino conocedor de las músicas tradicionales venezolanas, estudia tambien la tradición cubana y conoce a la cantante Martha Galarraga, con quien fundan juntos “Galarumba”(2003). Mas adelante, crea y organiza los reencuentros anuales “Tambor y Canto” en la Cité de la Musique de Marsella (2005) continuando con la presentación de todas las músicas de América del Sur.
Le encontraremos también como compositor de voces conjuntas en”Voix de Strass”de Strasbourg, o como arreglador y acompañador para canciones mestizas en espectáculos tales como: “Nougarotrement” con Jean-Phillippe Trotobas,, “Waya’j”con Elsy Fleriag, “Barbara Jazz” con Katy Bolide, “Hispano América”con El Tchoune y Sylvie Paz, “Cabaret Eldorado”con Gil Aniorte, ”Aqua” con Regina Celia, así como también con las cantantes Michele Fernandez y Corinne Vangysel.

He aquí nueve de mis ritmos favoritos, tan apreciados como las canciones, que me gusta tocar al piano o en mi cabeza. Porque llevan en sí la identidad de una región, de un país, de un pueblo o de una música. Los descubrí en los "Encuentros Tambor y Canto" de la Ciudad de la Música de Marsella. Luego empecé a domarlos, colándome con mi teclado entre percusionistas y cantantes. Luego me los llevé a casa, y se los enseñé a mis amigos del jazz... Mis "ritmos queridos" seguramente habrán cambiado desde el principio del viaje, pero qué más da, mientras escuchar a este trío te lleve en un viaje musical a Sudamérica, la tierra de los llaneros, boleristas o candomberos, donde la música es danza, danzón, côco o huayno._Simon Bolzinger (assospicante)                                                  

                                                                                 

Simon Bolzinger - Ritmos Queridos (2020)

Temas:
01. Quitapesares
02. Mambo de Machaguay
03. Montuno en Olinda
04. La Pomeña
05. Como Llora un Estrella
06. Beau Soir & Dindi
07. Danzón para Oxúm
08. Baile de los Morenos
09. El Ciego

Musicos:
Simon Bolzinger (piano)  
Willy Quiko (Contrabajo, bajo)
Luca Scalambrino (Batería)
Invitado:
Alvaro Perez (Percusión)

sábado, 29 de junio de 2024

Dafnis Prieto Big Band - Back to the Sunset

Que Dafnis Prieto ha emprendido un viaje musical épico queda claro en la música de este disco. Back to the Sunset, es la culminación de un viaje que mira hacia atrás desde el futuro. Esta colorida fantasía sinfónica es la realización de los sueños y aspiraciones de un batería que puede ocupar un asiento detrás de un juego de trampas, pero que en realidad pertenece a cualquier parte de la orquesta. Y mágicamente, el Sr. Prieto se ha convertido en la orquesta que anima y en la miríada de historias que se cuentan o, más apropiadamente, se cantan, los personajes de esta conmovedora y apasionante obra cambian. En algunas de ellas, el personaje principal es una trompeta animada, o un saxofón alto, un trombón, un piano, un bajo y también, si es necesario, un tambor.
Hay una dinámica poderosa que impulsa toda esta música. Pero nunca al mismo ritmo. 
Tampoco sigue un camino lineal y predecible. Más bien serpentea, salta en arcos parabólicos, viaja en profundos movimientos de ensueño con gracia y poder. "Back to the Sunset", por ejemplo, es la lujosa balada cromáticamente sinuosa del Sr. Prieto, que cuenta con la voz inconfundiblemente singular de Henry Threadgill al saxofón alto. La pieza, asombrosamente lenta, es muy imaginativa y la retorcida y ornamentada melodía del solo evoca al protagonista explorando la inmensidad del tiempo y el espacio. Lo mismo ocurre con la trepidante "Una Vez Más", que anuncia el sonido de big band desde el principio mientras avanza en una enorme partitura orquestal marcada por sensuales invenciones melódicas que se despliegan en las explosiones de deslumbrante color de Brian Lynch.
Lo mismo ocurre con "Song for Chico", una canción dedicada a uno de los mentores del Sr. Prieto, Chico O'Farrill. Aquí Steve Coleman proyecta su gigantesca sombra sobre la pieza. En la música de esta pieza, el Sr. Prieto conserva claramente una profunda reverencia por lo que la mayoría de nosotros seguimos considerando la suma y la perfección del maestro O'Farrill. El Sr. Coleman, al igual que los demás solistas invitados y, de hecho, todos los miembros de la big band, demuestran que han captado la visión y el arte del Sr. Prieto con una perfección de matices. 
En toda la música de esta grabación, el Sr. Prieto, su compositor y director, hace que domine la musicalidad. Aprovecha las sutiles artes de sus compañeros intérpretes para crear una grabación de referencia. Las numerosas joyas de esta grabación están marcadas por interpretaciones individuales de enorme habilidad, así como por grandes coros de conjunto como los que uno tendrá que caminar muchos kilómetros para descubrir en su vida.
Dafnis Prieto Big Band - Back to the Sunset es ganador de la 61ª edición de los Premios Grammy en la categoría de Mejor Álbum de Jazz Latino._Raul Da Gama (latinjazznet)
                                                                
                                                                                  

Dafnis Prieto Big Band - Back to the Sunset (2018)

Temas:
01. Una Vez Más (con Brian Lynch, trompeta)
02. The Sooner the Better
03. Out of the Bone
04. Back to the Sunset (con Henry Threadgill, saxo alto)
05. Danzonish Potpourri
06. Song for Chico (con Steve Coleman, saxo alto)
07. Prelude Para Rosa
08. Two For One
09. The Triumphant Journey

Musicos:
Dafnis Prieto (Batería, director musical)
Mike Rodríguez (Trompeta, fliscorno)
Nathan Eklund (Trompeta, fliscorno)
Alex Sipiagin (Trompeta, fliscorno)
Josh Deutsch (Trompeta, fliscorno)
Román Filiú (Saxo alto, saxo soprano, flauta, clarinete)
Michael Thomas (Saxo alto, saxo soprano, flauta, flautín)
Peter Apfelbaum (Saxo tenor, saxo soprano, melódica)
Joel Frahm (Saxo tenor, saxo soprano)
Chris Cheek (Saxo barítono)
Tim Albright (Trombón)
Alan Ferber (Trombón)
Jacob Garchik (Trombón)
Jeff Nelson (Trombón bajo)
Manuel Valera (Piano)
Ricky Rodríguez (Bajo acústico y eléctrico)
Roberto Quintero (Congas, bongos, percusión)
Brian Lynch (Trompeta en pista #1)
Henry Threadgill (Saxo alto en pista #4)
Steve Coleman (Saxo alto en pista #6)
El jazz latino es una vertiente del jazz que combina melodías africanas y latinas.Las dos principlaes categorías del Latin Jazz son la Brasileña y la and Afro-Cubana.El Latin Jazz Brasileño incluye el bossa nova y la samba. El Jazz Afro-Cubano incluye salsa, merengue, songo, son, mambo, bolero, charanga y cha cha cha El Latin Jazz se originó a finales de los Años 40 cuando Dizzy Gillespie y Stan Kenton comenzaron a combinar el ritmo y la estructura de la música Afro-Cubana, ejemplificada por Machito y sus Afro-Cubanos, con instrumentos de jazz.En comparación con el Jazz Americano, el Latin Jazz emplea un ritmo fijo, parecido al ritmo swung. Latin Jazz raramente emplea un compás tocado en cuatro, pero usa una forma de clave. La conga, el timbal, güiro, y claves son instrumentos de percusión que contribuyen al sonido Latino.La Samba se origina en la música Afro-Brasileña del siglo XIX tal como el Lundu. Emplea una forma modificada del clave. El Bossa Nova es una música híbrida, que utiliza algo del ritmo de la Samba pero influenciada por música Europea y Estadounidense desde Debussy a US jazz. El Bossa Nova se origina en los Años 60, principalmente por los esfuerzos de los brasileños Antonio Carlos Jobim, João Gilberto, y el estadounidense Stan Getz. Su canción más famosa es Garota de Ipanema (La Chica de Ipanema), cantada por Gilberto y su esposa, Astrud Gilberto.
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De donde viene el nombre de L'Ostia???

A inicios del siglo XVIII los vecinos de la Barceloneta se quejaban porque el cierre de los portales les hacía difícil asistir a las funciones de noche, puesto que cuando salían del teatro (Principal de la Rambla) no podían volver a casa porque encontraban cerrado el portal de Mar. Las autoridades militares accedieron a cerrar el portal de Mar media hora despues de que terminase la función del teatro, dos días a la semana que quedaron fijados.
Este horario extra fue calificado de "La Hora de L'Ostia", en alusión al nombre humorístico de L'ostia que se aplicaba a la Barceloneta.
Hay otra versión puritana relativa al origen del nombre "Ostia" dado a la Barceloneta, que recordaba que este mote quería decir Puerta en latín y puesto que el barrio fue hecho extramuros, era una especie de puerta marítima de Barcelona. Es posible que el origen de la denominación fuese un juego de palabras, pero lo que es indudable es que a nivel popular, cuando se decía que la Barceloneta era l'Ostia, se decía en un tono muy poco latín, mas bien referido a la composición eminentemente obrera i a la constante agitación política del barrio.
Fuente: Joan Amades. Historias y leyendas de Barcelona.

No confirmado. Un carguero italiano de la ciudad de Ostia que transportaba madera naufragó y los marineros y tripulantes estuvieron viviendo en barracas en la playa durante unos años hasta que fueron rescatados y devueltos a su ciudad.

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