Escuchar hoy a Frankly en este año 2009, es como disfrutar una experiencia fuera del tiempo y del espacio, quizás en un lugar entre el Hotel Riviera, en la Habana, y el Flamingo de las Vegas, Nevada. Pero en este viaje mágico podemos sentirnos seguros y relajados, pues el chamán que nos guía es el pianista matancero Paquito Hechavarría, increíblemente poco conocido entre los actuales públicos y medios del jazz y el Latin jazz, pero apreciado como auténtico maestro entre los verdaderos conocedores: los músicos y artistas con los que ha compartido escenarios y estudios de grabación durante más de cuarenta años.
Conocí a Paquito en la Habana hacia 1960, cuando además del piano tocaba el vibráfono y dirigía los Armónicos, el grupo instrumental más popular del momento, donde sustituyó por un año a su fundador Felipe Dulzaides y que se inspiraba en el sonido de ensemble y el estilo de Latin jazz de George Shearing y Cal Tjader. Paquito también se sumó a las descargas y conciertos del Club Cubano de Jazz, que fundamos en 1958 junto a Walfredo de los Reyes, Gustavo Más, Frank Emilio Flynn y el DJ Horacio Hernández (Sr.), entre otros, con el Salón Arcos de Cristal de Tropicana como principal escenario. Anteriormente Paquito estuvo en la Orquesta Riverside, en sustitución del legendario Peruchín Jústiz, y grabó con el Conjunto Casino, para el cual escribió impecables arreglos, algunos de ellos para acompañar al bolerista Fernando Alvarez.En Estados Unidos a partir de 1960, Paquito graba con Walfredo de los Reyes, José Fajardo, "Cachao"lópez, Mongo Santamaría,louis BeUson, Gloria Estefan, David Byrne, Tany Gil, Ed Calle y otros destacados músicos y cantantes, pero Frankly es el primer CD en que podemos oírlo al frente de un grupo estelar. Este CD bajo su propio nombre es un verdadero acierto y un ejemplo a considerar, entre tanto Latin jazz con exceso de decibeles y/o alardes de virtuosismo gratuito, o basados en la buena intención y el falso apotegma de que el jazz latino es hoy "la única forma de jazz que puede bailarse" Como si la buena música no se bastara a sí misma.
El hallazgo de Paquito ha sido fusionar de modo coherente los más variados polirritmos afrocubanos con el cancionero popular norteamericano, el American Songbook. De este repertorio se han elegido números que fueron éxitos de Frank Sinatra, lo cual incide en el acertado título del CO. Sorprende -y se agradece- el respeto por las líneas melódicas originales, así como el gusto y sofisticación de los arreglos, que funden orgánica mente estas melodías románticas con una ritmática que va desde el danzón clásico hasta el guaguancó, la salsa, el bembé y más allá.
La selección de los músicos, llena de sorpresas, es de una eficacia total. la percusión es una joya, con Oafnis Prieto en la batería, Pedrito Martínez en las tumbadoras y el apoyo de lIeana Santamaría, hija de nuestro siempre recordado Mongo. El bajo no podía ser otro que Andy González, verdadero maestro y orgullo del Latin jallo
la mayor sorpresa resulta no tanto la presencia de jazzistas norteamericanos (Brian lynch, trompeta, y Phil Woods en el saxo alto), sino en su manera de improvisar a lo cubano, tanto que en un blindfold test pensar1amos en "Chocolate" Armenteros y en "el otro Paquito" (O'Rivera). Nada ilógico, pero ciertamente regocijante.
Como pianista, Paquito Hechavarría se caracteriza por su sobriedad, elegancia y dominio absoluto del instrumento y todos sus matices, sin alardes innecesarios cuando la técnica -como es el caso aquí- está en función de la expresividad, sabor y swing, todo ello sazonado con su inconfundible estilo de "montunear".
Como jauista está básicamente dentro de la línea clásica Tatum·Bud Powell-Shearing- aunque incorporando con discreción elementos post-BiII Evans, sumado a la tradición pianística cubana de Peruchín·Bebo Valdés- Frank Emilio,
que mantiene desde casi medio siglo con increlble modernidad. Nunca ha necesitado suscribirse a "nuevas ondas': de las que asimila lo esencial, lo compatible con su propio estilo. Y su apego a los standards, ese verdadero tesoro melódico-armónico,
le permite real libertad de improvisar sobre ellos, como ha proclamado Keith Jarrett, y que por desdicha han ignorado o abandonado tantos pianistas jóvenes cubanos y también norteamericanos.
Porque si bien es cierto que en la música, como en todas las artes, ocurren necesariamente cambios, innovaciones y nuevos aportes, hay también elementos que permanecen, y de ahí provienen, entre otros, términos como "clásico" y "clasicismo".
La música en todos sus parámetros está más allá de "lo viejo y lo nuevo", y dentro de toda innovación y cambio estilística hay elementos perecederos y otros que llegan para quedarse. lo que nos ofrece precisamente Paquito Hechavarría en Frankly, es una música cuyos rasgos dominantes nada tienen que ver con esos cambios hoy impulsados -o azuzadospor la premura y el afán de las modas, sino por su esencial belleza y permanencia. ~Leonardo Acosta (La Habana.Cuba)
Má información relacionada
Paquito Hechavarría - Flankly (2009)
Temas:
01. Change Partners
02. Sweet Lorraine
03. Oh You Crazy Moon
04. I've Got the World on a String
05. Love Is a Many Splendored Thing
06. Just in Time
07. The Lady Is a Tramp
08. I Love Paris
09. All of Me
10. Witchcraft
11. Fly Me to the Moon
12. I'm Gonna Sit Right Down and Write Myself a Letter
Musicos:
Paquito Hechavarría (Piano)
Andy González (Bajo Acústico)
Dafnis Prieto (Batería)
Pedro Martínez (Congas, Percusión, Coro)
Phil Woods (Saxo Alto / Pistas: 4, 7, 11)
Brian Lynch (Trompeta / Pistas: 2, 6, 9)
IIeona Santamaría (Coro / Pistas: 8)