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sábado, 12 de octubre de 2024

David Virelles - Igbo Alakorin (The Singer's Grove), Vol. I & II

David Virelles nació en Cuba en 1983 y creció en Santiago. Su padre es José Aquiles, cantautor; su madre era flautista de la Sinfónica de Santiago de Cuba. Virelles comenzó sus estudios de piano clásico a los siete años y escuchó diversas formas de música cubana durante su infancia. Conoció a la música canadiense Jane Bunnett en Cuba y ella le invitó a Toronto. Con el tiempo, estudió en la Universidad de Toronto y en el Humber College. Virelles también grabó y realizó giras con Bunnett, incluso para su álbum Alma de Santiago, de 2001. Comenzó a comunicarse por correo electrónico y teléfono con Steve Coleman alrededor de 2006; el saxofonista le respondía detalladamente a preguntas sobre música.
Una beca del Consejo Canadiense de las Artes permitió a Virelles estudiar con Henry Threadgill en Nueva York. Virelles se trasladó a Nueva York de forma permanente en 2009 y pronto tocó con importantes figuras del jazz, como los saxofonistas Coleman, Chris Potter y Mark Turner.
Virelles formó parte de un trío en 2010, con el bajista Ben Street y el batería Andrew Cyrille, que tocaba música en gran parte improvisada. 
El pianista añadió más tarde a este grupo al percusionista Román Díaz. En 2011, Virelles tocó el piano preparado, la celesta y el armonio en el álbum de Potter The Sirens. Virelles hizo su debut como líder de ECM Records con el lanzamiento de 2014 Mbókò. El crítico de The Guardian informó que «Virelles explora antiguas músicas sagradas y rituales afrocubanas a través de fusiones imaginativas con materiales contemporáneos. Principalmente lo hace utilizando los dos bajos como drones, mezclando espaciosos ambientes de acordes con estallidos de sorprendente improvisación en un flujo de estilos, y centrando gran parte de la melodía en [los dos] bateristas"._(wikipedia)

Los oyentes -sencillos y sofisticados- que ya se han acostumbrado a la música de David Virelles pueden esperar que con cada grabación se amplíen los límites de la música que ha surgido de su herencia afrocubana, especialmente desde sus dos últimas grabaciones con músicos de jazz legendarios como Henry Threadgill y Steve Coleman. 
Con Igbó Alákorin The Singer's Grove Vol. I & II les espera, no una sorpresa, sino una conmoción; sorpresa porque con esta grabación el Sr. Virelles vuelve a los días de gloria de los trovadores (de hace al menos cien años) y sorpresa porque toca la música en el auténtico estilo que se tocaba entonces, a la gran manera de los músicos de Santiago de Cuba (u Oriente, como se llamaba antes de 1905), y de músicos como los de la Orquesta Chepín-Chovén (como nos cuenta en sus breves notas), una de las legendarias bandas afrocubanas de Cuba.
Sin embargo, aunque se trata de un nostálgico regreso a su propia herencia afrocubana, en la que nació y fue educado por su padre (y su madre), está lejos de ser sentimental y retrógrado, sino más bien una excursión musical a lo que hace que la música afrocubana -danzón, oriental, chepinsón, pregón, bolero y trova- sea tan mágica. Y aunque haya que esperar hasta "Sube la Loma, Compay" para que la disonancia angular emerja del pianismo del Sr. Virelles, es un viaje de ensueño en todo momento. En muchos aspectos, este viaje musical podría hacerse innumerables veces y cada una de ellas se sentirá como si fuera la primera vez, al igual que lo es escuchar los Lieder de Schubert o los de Mahler por primera vez, porque al igual que la canción clásica, esta música, que lleva siglos gestándose, está siempre fresca, sin duda como lo está en esta grabación.
La música también sitúa al joven Sr. Virelles en la envidiable compañía de sus antepasados, como Bebo y Chucho Valdés, por la deslumbrante sencillez tanto de su musicalidad como de su pianismo. En ningún momento se distrae al oyente con virtuosismos gratuitos. Cada nota y cada frase, con cada matiz acentuado, es un modelo de artesanía. Este único disco consta de dos volúmenes. El primero destaca la música interpretada en un entorno orquestal y presenta a los incomparables trovadores Emilio Despaigne Robert y Alejandro Almenares, que también se acompaña a sí mismo en el requinto, una guitarra única de Cuba, ambos evocan los días felices de los trovadores. El segundo volumen destaca al Sr. Virelles en un dúo con Rafael Ábalos, que le acompaña al güiro en una interpretación virtuosa que pone el listón a una nueva altura para ese instrumento.
Este repertorio consta de catorce canciones y, en conjunto, la grabación se desarrolla como la banda sonora de una película clásica en la que las imágenes aparecen como lienzos mojados que se funden unos con otros mientras la música fluye y refluye hasta su desenlace final. A lo largo de todo el disco, tanto si aparece con su instrumento como si toca en la sombra de los focos que iluminan a uno u otro vocalista o músico solista, el Sr. Virelles nos ofrece un testimonio estelar de su ingeniosa musicalidad, mientras nos quedamos hipnotizados no sólo por la belleza desnuda de esta música, sino también por el genio desenfrenado del joven pianista que está devolviéndole la vida eterna._ Raul Da Gama (latinjazznet)
                                                         


David Virelles - Igbo Alakorin (The Singer's Grove), Vol. I & II (2018)

Temas:
01. Bodas de Oro
02. El Rayaero 
03. Grato Recuerdo 
04. Echa Pa' Allá 
05. Canto a Oriente 
06. Un Granito de Arena 
07. Sube La Loma, Compay 
08. Cosas de Mi Cuba 
09. Ojos de Sirena 

10. Tápame Que Tengo Frío 
11. Tira la Cuchara y Rompe el Plato 
12. Mojito Criollo 
13. Mares y Arenas 
14. Tres Lindas Cubanas 

Musicos en Vol.I:
David Virelles (Piano, coros)
Alejandro Almenares (Requinto, voz en temas #3,#5,#8,#9, coros)
Emilio Despaigne Robert (Voz en temas #2,#7, coros)
Rafael Ábalos (Timbal, güiro, coros)
José Ángel Martínez (Bajo)
Lázaro Bandera (Congas)
Román Filiú (Saxo alto)
René «La Flor» Domínguez (Saxo tenor)
Baudelis Rodríguez (Saxo barítono)
Abel Virelles (Trompeta)
José Aquiles Virelles (Coros)
Gabriel Montero (Pailitas criollas, claves en temas#2,#7)
- con John Benitez (Bajo en temas #5,#8)

Musicos en Vol.II:
David Virelles (Piano)
Rafael Ábalos (Güiro)

viernes, 1 de enero de 2016

David Virelles - Mbókò



El precedente musical de Mbókò de David Virelles, el debut del líder pianista nacido en Cuba y afincado en Nueva York para ECM, puede encontrarse en su estelar fecha de 2012 de Pi Recordings, Continuum. Aquel conjunto presentaba el manantial de la música ritual folclórica afrocubana expresada a través del jazz moderno de vanguardia. El subtítulo de este disco es Música sagrada para piano, dos bajos, set de tambores y Biankoméko Abakuá. La palabra "Mbókò" se traduce como "fundamento", "caña de azúcar" y "la voz", no la humana, sino el sonido mismo. Los Abakuá son una sociedad religiosa secreta de iniciación masculina en Cuba cuyas raíces se encuentran en el sureste de Nigeria y el suroeste de Camerún, que adoran el sonido, o "la Voz", como algo divino. Por último, el biankoméko es un conjunto de cuatro tambores, con una campana de metal, agitadores y palos de madera, que actúa como acompañamiento de la magia ritual de los Abakuá en sus actuaciones enmascaradas. Aquí lo interpreta el músico folclórico y multiinstrumentista cubano Román Díaz. Es tan importante para esta música como Virelles; es el radio sobre el que gira la música del pianista. Entender este contexto cultural es útil, pero no necesario, para disfrutar de lo que ofrece este álbum: rica imaginación, disciplina, múltiples colores y timbres, y una sorprendente originalidad.
Los dos bajistas son los veteranos Thomas Morgan y Robert Hurst, y el baterista Marcus Gilmore se ha ganado una buena reputación como hombre de sesión y como parte del trío de Vijay Iyer. Los papeles de los bajistas son diferentes aquí. Hay poco o ningún contrapunto o declaraciones rítmicas conductoras; en su lugar, proporcionan pulsos rítmicos complementarios y zumbidos. La batería de Gilmore hace que el ritmo sea elástico, como lo hace un bailarín. Sincopa, pero con la misma frecuencia ilustra y subraya el papel del biankoméko de Díaz. Virelles toca el piano de forma tan percusiva como melódica.
En el primer tema, "Wind Rose", él y Díaz tocan a dúo, con sus acordes de mano plana equilibrados por notas cortas de registro medio que se convierten en acordes con diferentes matices. El percusionista crea, construye y agota los ritmos con el control de un cantante. En "The Scribe", el pianista y el percusionista comienzan la procesión antes de que los otros músicos entren en acción, lenta y decididamente, utilizando sólo la fuerza necesaria para permitir a Díaz pronunciar y guiar el flujo. En otros lugares, como en "Antillais", los montunos mantienen el centro melódico; los bajos golpean y llenan mientras los dos percusionistas conversan a través de las afirmaciones del piano. "Seven, Through the Divination Horn" equilibra los montunos y los pulsos rituales circulares con la improvisación post-bop. "Transmission" comienza con el diálogo del trap set y el biankoméko.
Virelles no entra con su compleja declaración melódica hasta un tercio del camino. Los solos de bajo -pizzicato y arco- añaden profundidad, textura. En "The Highest One", todos los músicos crean una melodía sencilla pero profunda a partir de tonos y zumbidos sutilmente matizados. En Mbókò, Virelles y sus músicos se ponen a merced del sonido como fuente de vida. En última instancia, les revela -y a nosotros- por qué tiene el poder no sólo de transferir la iniciación, sino de conducir a través del misterio a la revelación._Thom Jurek (allmusic)
                                                                            
                                                                                        

David Virelles - Mbókò (2014)

Temas:
01. Wind Rose (Antrogofoko Mokoirén)
02. The Scribe (Tratado de Mpegó)
03. Biankoméko
04. Antillais (A Quintín Bandera)
05. Aberiñán y Aberisún
06. Seven, Through the Divination Horn
07. Stories Waiting to Be Told
08. Transmission
09. The Highest One
10. Èfé (A María Teresa Vera)

Musicos:
David Virelles (Compositor, piano) 
Thomas Morgan (Contrabajo)
Robert Hurst (Contrabajo)
Marcus Gilmore (Batería)
Román Díaz (Biankoméko, voz)
El jazz latino es una vertiente del jazz que combina melodías africanas y latinas.Las dos principlaes categorías del Latin Jazz son la Brasileña y la and Afro-Cubana.El Latin Jazz Brasileño incluye el bossa nova y la samba. El Jazz Afro-Cubano incluye salsa, merengue, songo, son, mambo, bolero, charanga y cha cha cha El Latin Jazz se originó a finales de los Años 40 cuando Dizzy Gillespie y Stan Kenton comenzaron a combinar el ritmo y la estructura de la música Afro-Cubana, ejemplificada por Machito y sus Afro-Cubanos, con instrumentos de jazz.En comparación con el Jazz Americano, el Latin Jazz emplea un ritmo fijo, parecido al ritmo swung. Latin Jazz raramente emplea un compás tocado en cuatro, pero usa una forma de clave. La conga, el timbal, güiro, y claves son instrumentos de percusión que contribuyen al sonido Latino.La Samba se origina en la música Afro-Brasileña del siglo XIX tal como el Lundu. Emplea una forma modificada del clave. El Bossa Nova es una música híbrida, que utiliza algo del ritmo de la Samba pero influenciada por música Europea y Estadounidense desde Debussy a US jazz. El Bossa Nova se origina en los Años 60, principalmente por los esfuerzos de los brasileños Antonio Carlos Jobim, João Gilberto, y el estadounidense Stan Getz. Su canción más famosa es Garota de Ipanema (La Chica de Ipanema), cantada por Gilberto y su esposa, Astrud Gilberto.
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De donde viene el nombre de L'Ostia???

A inicios del siglo XVIII los vecinos de la Barceloneta se quejaban porque el cierre de los portales les hacía difícil asistir a las funciones de noche, puesto que cuando salían del teatro (Principal de la Rambla) no podían volver a casa porque encontraban cerrado el portal de Mar. Las autoridades militares accedieron a cerrar el portal de Mar media hora despues de que terminase la función del teatro, dos días a la semana que quedaron fijados.
Este horario extra fue calificado de "La Hora de L'Ostia", en alusión al nombre humorístico de L'ostia que se aplicaba a la Barceloneta.
Hay otra versión puritana relativa al origen del nombre "Ostia" dado a la Barceloneta, que recordaba que este mote quería decir Puerta en latín y puesto que el barrio fue hecho extramuros, era una especie de puerta marítima de Barcelona. Es posible que el origen de la denominación fuese un juego de palabras, pero lo que es indudable es que a nivel popular, cuando se decía que la Barceloneta era l'Ostia, se decía en un tono muy poco latín, mas bien referido a la composición eminentemente obrera i a la constante agitación política del barrio.
Fuente: Joan Amades. Historias y leyendas de Barcelona.

No confirmado. Un carguero italiano de la ciudad de Ostia que transportaba madera naufragó y los marineros y tripulantes estuvieron viviendo en barracas en la playa durante unos años hasta que fueron rescatados y devueltos a su ciudad.

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