La rumba es la fiesta de los tambores, de clima emocional. Se gesta en los barracones de esclavos, después en barrios marginales arrabaleros entre Matanzas y La habana. Esos elementos estructurales se trasladaron al solar, al salón y al cabaret. Cuba cuenta con una fuente de percusionistas inacabable. En un solar de la barriada de El Vedado, encontramos a Ángel González Vila, un ecué (amigo) de la rumba, rodeado de tambores, cajones, bongo, catá, instrumentos brasileños como el berimbao y hasta algunos inventados. Ángel González· es de esos que ha pasado la vida fiel a sus tambores, sin muchas ambiciones, tomando la vida con cierta filosofía: "lo mío es tocar donde me llamen vivo entre tambores desde muy niño. Lo mismo me boto para un carnaval que acompaño a una estrella, que descargo en jazz latino". Angelito nace el 8 de octubre de 1949 en la barriada del cerro que fuera una zona aristocrática en la colonia y después refugio de marginales y rumberos que mezclaban lo de ayer y lo de hoy. Rumbeando en solares o tocando en carnavales encontrábamos a Angelito por donde quiera. Perteneció a diversas comparsas como Los Componedores de Batea o La jardinera, entre otras. En 1970 se incorpora a la Orquesta Keleyá. Antes de terminar la década, en 1976, Angelito se integra al Conjunto Folclórico Nacional y la orquesta de Obdulio Morales en el teatro Mella, hasta que en 1988 Sergio Vitier organiza el grupo Oru al que se une hasta 1988. "La experiencia con el Oru -recuerda Angelito- fue muy prometedora, porque se le daba un toque más contemporáneo. Vitier es un músico consagrado. Por ahí han pasado estrellas como Rogelio Martínez Furé, Orlando López (Cachaíto). La idea del grupo era homenajear a un legendario rumbero: Jesús Pérez un "obba ilu" (rey de reyes en el tambor)."Oru" quiere decir juego y la música es un juego de sonidos. Yo sustituí a Tata Guines aunque mi idea era simplemente hacer mi trabajo". En esta experiencia acompaña a Merceditas Valdés, la pequeña Aché que venía de la cofradía de Fernando Ortíz. Merceditas exigía un acompañamiento experimentado. Entre las muchas agrupaciones por las que pasó Angelito se cuentan la Orquesta de Varona y su familia (Varona había tocado con Benny Moré y los lrakere). Con Nicolás Reinoso en sonido contemporáneo que departieron con Gonzalito Rubalcaba en aquellos jam sessions del Festival de Jazz Plaza. "Tengo que reconocer que siento inclinaciones por el jazz latino -revela Angelito- en esa línea he hecho cosas con músicos como Changuito, Miguel Angá, Enrique Lazaga y Frank Emilio". Ese es el motivo por el que casualmente, pero con cierta razón, se une al jazzista canadiense Jane Bunnett con el que viajó por EEUU durante el año 1996, en pleno boom de la salsa cubana". Angelito ha acompañado voces muy valiosas como la de Xiomara Laugart o la gran Beatríz Márquez la "Musicalísima", pero también toca donde haya que tocar, lo mismo en una fiesta que en un velatorio. "Sabemos que la rumba no es una música ritual, sino profana -explica Angelito-, pero las letras que contiene pueden hablar de dioses, temas costumbristas, santeros, babalaos y hasta momentos de despedida, de dolor funerario". Angelito es casi un luthier, muestra con mucho orgullo uno de sus inventos de la percusión. Se trata de un tambor sin parche, se sustituye el parche por una tabla de peywood pegada con cola. Suena con un sonido cerrado: "el invento es de 1988 y lo hice por la necesidad, para ahorrarme elparche que es caro". Ángel también imparte clases a muchos extranjeros que van en busca de la esencia auténtica de los ritmos. Este cd lleva el nombre de Ecué Tumba (amigo tumbador) por el talante de Angelito, y está grabado con sólo cuatro integrantes: dos tumbadoras, una caja, un bongo, un catá. En total son 13 piezas de rumba con sus variantes y el abakuá. Pedro Fariñas pone la voz, es un rumbero de marca mayor que procede de los Muñequitos de Matanzas, aunque Fariñas también encauza su voz por el son. En la percusión nos encontramos con Gilberto Crespo "El Chato", se trata tambororero de fundamento batá y profesor en la Escuela de Música García Caturla de Marianao. El otro percusionista es Alfredo Laffitte, un músico que también fabrica instrumentos, igual que Angelito González. Con una larga trayectoria artística. Esta es la entrega de Ángel González con su disco "Ecué Tumba", una obra para escuchar, para animarse la vida y para meditar los timbres, toques y variantes sonoras de la percusión cubana. _Rafael Lam
Ecué Tumba - Buenavista en Guaguancó (2001)
Temas:
01. Pentagrama Musical (Pedro Vero Alfonso)
02. El Niño Rey (Reinaldo Brito)
03. Maldito Solar (Pedro Celestino Fariñas)
04. Eres La Hiel (Pedro Celestino Fariñas)
05. Las Lomas De Belén (D.R.)
06. La Turba Mala (Evaristo Aparicio)
07. La Plegaria (D.R.)
08. Madrina (Reinaldo Brito)
09. Tradición De Matanzas (Esteban Lantr s)
10. Abakua (D.R.)
11. Popurrit (D.R.)
12. Matanzas Que Linda Eres (Esteban Lantr s)
13. Tiembla la Tierra (Calixto Cayaba)
Musicos:
Pedro Celestino Fariñas (Voz solista y clave)
Ángel González (Quinto y coros)
Gilberto Crespo (Cajón, tumba y coros)
Alfredo Lafita (Guagua y coros)