Cada nuevo disco de Chucho Valdés -en revelación asombrosa- es como un ramillete o catauro de cubanismos, iluminaciones y unión de contrarios (máxima energía vs. poesía).
Aún dentro de una danza arrolladora como la conga inicial, tiene momentos de interiorización tan personales como las reflexiones lentas o la cadenza (gran solo) que anticipa el final. La ternura del segundo tema Caridad, preparada por la más hermosa introducción imaginable, obliga a repetir la audición de inmediato. Después del “solo” de bajo, regresa el piano (recuperar el aliento se vuelve imposible). La belleza extrema de su pianismo hace que la visita de Rachmaninov se haga entre amigos (cita del famoso concerto del gran compositor ruso).
En Chucho Valdés hay connotaciones más curiosas. La importancia de los “puentes” y/o introducción como ideas “contrastantes”, se hace evidente al acercarse al mundo clásico-contemporáneo (en términos de forma), como algunos coros “desnudos” -sin armonía inicial- que van tomando cuerpo poco a poco. El acompañar el bajo no solo le “recuerda” la armonía, sino que se funde con la “sonoridad” de éste. Respeto y maestría saltan a nuestra memoria escuchando a Chucho junto a consagrados y jóvenes. Ejemplo cercano lo tienen en Pilar, (surco 6 del disco), junto a Gastón Joya, un prodigioso bajista de 25 años. (Otra virtud que hermana a nuestro Chucho Valdés con Miles Davis o John McLaughlin es que toca con los mejores músicos; ya veteranos como Marsalis o jóvenes como Gastón).
Este disco rompió el “record” de audición en mi entorno familiar. Después de la primera vez, mi espíritu crítico y el disfrute lucharon a brazo partido sin que hubiese vencedores ni vencidos, aunque ya en la tercera escucha -en un solo día- comencé a disfrutar la sabiduría y el arte de Chucho. Otra vez el “mago” preludia en Abdel (surco 8) una introducción en metro ternario -de alto voltaje- que da paso a solos de bajo, piano (excepcional!) y al saxo de Marsalis, que en alternancia con el tema cuyo aire “oriental” hace uso de las escalas, llamadas por algunos teóricos, “exóticas”, resulta electrizante!
El quinteto de Chucho -columna vertebral de este conjunto de piezas- lo forman conocedores a fondo del Latin Jazz: Rodney Barreto (batería), Gastón Joya (bajo), Dreiser Durruthy (tambores batá), Reinaldo Melián (trompeta/fliscorno) y Yaroldy Abreu (percusión cubana). Se suma a ellos la colaboración de un invitado “de lujo”: Brandford Marsalis en el saxo.
Este fonograma responde a múltiples homenajes que Chucho hace a sus seres queridos y a los ancestros que pueblan y enriquecen su vida cotidiana y espiritual. La historia del Jazz Latino recibe nueva muestra magistral de Chucho Valdés y su equipo, los asombrosos Afrocuban Messengers._ Leo Brouwer La Habana, 14 de febrero de 2013
BORDER FREE es un trabajo diferente a Chucho`s Steps, en este CD se busca el acercamiento a muchos géneros compatibles con las raíces Afrocubanas y hemos tenido la suerte de contar con el aporte del genial Branford Marsalis. Un músico que le ha dado color y fuerza a este material.
Santa Cruz, con un toque Flamenco, es un tema dedicado a un guitarrista Canario (Santi), lo compuse en 1986 en época de carnaval en Las Palmas de Gran Canaria.
Abdel es un tema con las raíces rítmicas y escalas arábigas dedicado a un gran músico marroquí.
Afro-Comanche es la historia de algunos Comanches deportados a Cuba a las provincias orientales en el siglo XIX. Se llama Afro-Comanche pues en Cuba se relacionaron con los Afro-Cubanos e hicieron familias. Al mezclarse sus hijos fueron reconocidos como Afro-Comanches.
Bebo, un tema dedicado a mi padre y a su estilo de componer y tocar, como tributo de cariño y respeto.
Pilar, a mi querida Madre ya fallecida que tanto hizo por mi en todo momento. A ella le gustaban los preludios y fugas de Bach y también el tema Blue in green de Miles Davis, por esa razón tomé elementos de estos temas para homenajearla.
Caridad Amaro, mi abuela. Siempre me pedía que le tocara el concierto de Rachmaninov y el tema que le dediqué termina con una versión a mi manera de una parte de ese concierto.
Tabú, un tributo a Margarita Lecuona. Compositora además del clásico Babalú Ayé y hermana de Ernesto Lecuona, reconocido como el mejor pianista cubano de todos los tiempos.
Conga-Danza, el cual está dedicado a María Cervantes hija del genial Ignacio Cervantes, uno de los padres de la pianística Cubana y compositor de las 36 Danzas Cubanas.
Espero que disfruten de este material._ Chucho Valdés
Más información relacionada
Chucho Valdés & The Afro-Cuban Messengers - Border-Free (2013)
Temas:
01. Congadanza
02. Caridad Amaro
03. Tabu
04. Bebo
05. Afro-Comanche
06. Pilar
07. Santa Cruz
08. Abdel
Musicos:
Chucho Valdés (Piano)
Reinaldo Melián Alvarez (Trompeta)
Dreiser Durruthy Bombalé (Batás, voz principal)
Rodney Barreto Illarza (Batería y coros)
Ángel Gastón Joya Perellada (Contrabajo y voz)
Yaroldy Abreu Robles (Percusión, coros)
Branford Marsalis (aparece por cortesía de Marsalis Music) (Saxo tenor en Tabú)
Compuesto, arreglado y dirigido por Chucho Valdés, excepto Tabú, compuesto
por Margarita Lecuona. / Editorial: Misa Negra excepto Tabú por Peer Internacional Corporación
yo personalmente prefiero un piano mas melodioso y rítmico. En esta producción escucho un chucho valdés mas apartado de sus raíces melódicas. Creo que debió aportar más desde su talento, ya que posee grandes habilidades. Pero bueno, es solo una opinión personal. No es solo tocar piano, es colocare sabor en armonía con los otros instrumentos.
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