Hay pocas veces -sólo unas pocas veces- en que los músicos son capaces de encontrar la intensidad en una interpretación en la que el grito primordial es tan nítido que la comunicación con lo Divino es tan total, que puede experimentarse casi como una experiencia extracorpórea. Tal es la intensidad con la que los artistas han hecho que las composiciones de Arturo Stable cobren vida en Call, un esfuerzo de grupo de proporciones casi épicas. En primer lugar, el trabajo itinerante de Stable al desgranar verso tras verso... estribillo tras estribillo ha creado una energía cinética que impulsa la música del álbum. Su habilidad para crear una tensión dinámica que crea un espacio tenso entre la melodía, la armonía y el ritmo, y luego llenarlo de contenido casi vocal mientras abofetea, cepilla y saca una voz única de las pieles, es memorable.
El estilo de Stable consiste en huir en todo momento de figuras estilísticas fantasiosas. En cambio, es directo y franco en su ataque, brutal y honesto y completamente inocente. Siendo éste su fuerte, es capaz de reunir infinitas reservas de energía bruta en su comunicación con los demás músicos de su conjunto. Expulsa a Javier Vercher, su compañero de trompa y maderas, de su zona de confort y lo lleva a un terreno en el que ahora explora el corazón de los tonos y las texturas con cruda emoción en las frases y las líneas que toca, rectas y al revés, en notas bien sopladas o en líneas que serpentean interminablemente en la espesura de la armonía de la música. Vercher y Ortiz intercambian pasajes en staccato o legato mientras conversan y lanzan las melodías entre ellos, formando nuevas ideas sobre la marcha.
"Call" y "Goodbye Eternity" son ejemplos exquisitos de la fuerza primigenia que impulsa el álbum, desde el inquietante violín de Ian Izquierdo y el aullido de los saxofones de Vercher en el primer tema, hasta los estruendosos pasajes de ostinato del bajo de Edward Pérez. Los músicos exploran a fondo las ideas tonales, deteniéndose en pensamientos e ideas hasta que se abren y se vuelven del revés. Eso es lo que hacen en "Zabana" y "Crack Attack", con un efecto notable y sin dejar de lado el comentario social de ambos temas.
A medida que avanza el álbum, también empieza a ser más gráfico. Aunque "Viejos recuerdos" es más elegíaco y de naturaleza más narrativa, lo que sigue después es ciertamente vívido en las salpicaduras de color e imágenes que se emplean para hacer varias declaraciones. Está la vibración cegadora de "Danz Sol" y la desolación profunda y elemental de "Landscape of Luz", que sólo se rompe con la tranquilidad de la kalimba, una referencia obvia a la "africanidad" de todas las inmigraciones. "Tela de araña" es picante y tentadoramente elaborado en su propio paisaje sonoro tonal cambiante antes de que corra hacia adelante en un modo de bop sin aliento. La parte más emotiva de este viaje musical se escucha en "African Sunrise", un tour de force de color y textura, explorado gradualmente por todos los instrumentos del conjunto, especialmente el piano y los saxofones. Y está "Anthem", una culminación de las ideas que Stable expuso en "Call", cuando abrió la convocatoria a su séquito para emprender este vívido viaje musical plagado de retos y con resultados memorables, haciendo de Call un álbum para atesorar y escuchar una y otra vez. ~ Raul da Gama (latinjazznet)
Arturo Stable – Call (2009)
Temas:
01. Call
02. Goodbye To Eternity
03. Zabana
04. Crack Attack
05. Old Memories
06. Danz Sol
07. Landscape of Luz
08. Spider Web
09. African Sunrise
10. Anthem
Musicos:
Arturo Stable: percussion
Aruan Ortiz: piano
Edward Perez: bass
Javier Vercher: horns and woodwinds
Ian Izquierdo: violin
Francisco Mela: drums
Temas:
01. Call
02. Goodbye To Eternity
03. Zabana
04. Crack Attack
05. Old Memories
06. Danz Sol
07. Landscape of Luz
08. Spider Web
09. African Sunrise
10. Anthem
Musicos:
Arturo Stable: percussion
Aruan Ortiz: piano
Edward Perez: bass
Javier Vercher: horns and woodwinds
Ian Izquierdo: violin
Francisco Mela: drums
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