viernes, 1 de agosto de 2008

Carlos Sarduy - Charly en la habana



No sé si pueda hablarse de la existencia de una escuela cubana para la trompeta. Incluso, no me agrada en demasía eso de estar diciendo que tenemos una escuela para esto o aquello, pues creo que muchas veces se exagera la nota en dicho sentido. Ahora bien, lo cierto es que en materia de trompetistas, si uno hace un repaso por la historia del instrumento entre nosotros, no puede menos que sorprenderse ante la elevada nómina de buenos ejecutantes surgidos en nuestro país. En semejante rica tradición se inscribe el joven habanero Carlos Sarduy Dimet, graduado de nivel medio en el conservatorio Amadeo Roldán.A propósito de la gira que en semanas recientes ha realizado el grupo de flamenco hip hop Ojos de Brujo para promocionar su tercer disco, denominado Techarí (Diquela Records), varios medios noticiosos de España han hablado de manera encomiástica en torno al papel que en los conciertos de la aludida formación ha desempeñado nuestro compatriota Carlos Sarduy, quien ha estado actuando junto a ellos como músico invitado. Según reseña la prensa española, Carlitos ha brillado al intervenir con sus solos en piezas como Color o la rumba titulada Silencio, dos de los temas del nuevo álbum de la banda encabezada por el percusionista Xavi Turull.
Quienes hemos venido siguiendo el trabajo de este trompetista desde que en la emisión del concurso Jojazz de 2002, con apenas 16 años, resultara triunfador en una de las dos categorías del certamen, no nos sorprendemos por los elogios que ahora medios de comunicación internacionales comienzan a escribir sobre él. En el pasado 2005, ya Carlos Sarduy dio una prueba de madurez al presentar su ópera prima, el disco titulado Charly en La Habana, una producción acreditada al sello Colibrí y que tuvo en Gloria Ochoa a su principal auspiciadora. El fonograma da un perfecto testimonio de las que considero las tres principales fuentes de las que se ha nutrido el joven músico: por una parte, el legado del jazz estadounidense, y en particular del bebop; en segundo lugar, la técnica recibida de la academia y de los géneros de la música de concierto; y como tercer afluyente en su quehacer, el encanto de la rumba, aprendida directamente en el seno de las comparsas habaneras.
A partir de sus conocimientos en las tres antes mencionadas áreas del acontecer musical es que Carlitos se proyecta en un CD como Charly en La Habana, el cual, por las características predominantes a lo largo de los temas compilados en la grabación, encaja a la perfección en los parámetros estilísticos del jazz afrocubano, con todo lo bueno y también con algunos de los (para mí) aspectos negativos que se generan en dicha corriente. Del lado positivo, un primer tópico a destacar es la limpieza del sonido de la trompeta, ejecutada con una formidable dicción y que permite por momentos deleitarnos con una alta dosis de ternura al abordar una pieza como Claudia —todo un clásico de Chucho Valdés, quien, por cierto, lo acompaña aquí en esta nueva versión del tema con un trabajo signado por el exquisito pianismo—, o transmitirnos en Un congo en Nueva York una alegría contagiosa.
La mayoría de los cortes incluidos en el álbum pertenecen a la propia autoría de Sarduy y entre ellos, desde el punto de vista de la composición, quiero resaltar el denominado 6 x 8 en siete, con claras reminiscencias de Emiliano Salvador, y donde el toque de Carlos diría que se torna intimista y melancólico. En la propia línea autoral, sobresalen, además, Erifa y Rumbatere, con sabia utilización en particular de la base rítmica de origen afro. En el caso de Rumbatere, creo que Sarduy logra registrar uno de sus solos más atractivos en el fonograma, en un cautivante intercambio de frases con el saxofón.
De las versiones, considero que la que se lleva las palmas es E.S.P., perteneciente a la firma del estadounidense Wayne Shorter, y donde la interpretación de Sarduy tiene una carga conceptual que la hace ser una de las más reflexivas en el contexto de todo el disco. Una revisitación que, en mi opinión, poco o nada aporta es la que se hace en el Chan Chan, de Compay Segundo, supongo que colocado en el disco a manera de gancho comercial pero que, a no ser por el intercambio de solos entre la trompeta y las pailas a cargo de Amadito Valdés, me resulta intrascendente, con el agravante de haber subutilizado las posibilidades de una vocalista como Teresa García Caturla.
Al hablar de este CD, no se puede pasar por alto la nómina de músicos participantes. Además de las figuras harto consagradas, merece singular atención la presencia de jóvenes como Regis Molina (saxo alto), Emir Santa Cruz (clarinete), Abel Calderón y Harold López-Nussa (piano), el bajista Néstor del Prado, y los percusionistas Rodney Barreto, Edgar Martínez Ochoa y Aniel Tamayo. Todos ellos y los restantes acompañantes de Carlos Sarduy en Charly en La Habana, hacen que esta sea una excelente ópera prima.~Joaquín Borges-Triana





Carlos Sarduy - Charly en la habana (2006)

Temas:
01-Charly en la Habana
02-Claudia
03-Un Congo en New York
04-Con Aguaje
05-6/8 en Siete
06-ESP
07-Erifa
08-Rumbatere
09-Chan Chan
10-Olvidate' Eso

1 comentario:

  1. este disco, lo tenia el original q habia sido comprado en 2006 en La Habana, era de los mas publicitados en el momento, desde q lo escuche supe q habia hecho una magnifica compra, hace un año ladrones se metieron a mi casa y me robaron ese y otros 400 mas, es muy triste pero ya es parte del pasado, tuve suerte con este pues lo habia salvado al ipod y aun lo tengo y puedo recomendarlo ampliamente, ESP ese tema Con Aguaje, wow! y el chan chan tambien, como no! si me gustó!! x ai lei q no aporta nada pero pienso es una muy buena interpretación timbera jazz..
    entonces este no lo descargo amigo Chuman.. como q descargue yo! ja ja!!

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