sábado, 8 de marzo de 2025

Septeto Son De Nipe - Abriendo Caminos

Son de Nipe. Septeto musical nacido en el municipio de Antilla, irrumpió en el mundo cultural con un disco del sello In Situ de la Productora Discográfica Colibrí. Conforman la agrupación antiguos músicos de la orquesta Brisas de Nipe de este municipio.
Este proyecto nace de las manos de Porfirio Núñez Cruz (Firo) que como Instructor de Arte en la Casa de Cultura Adelaida del Mármol de Antilla había experimentado con otros grupos de aficionados, pero no con los mismos resultados, pues los integrantes no tenían la formación musical necesaria
El disco Abriendo Caminos recoge 14 temas, de ellos 10 pertenecen a autores antillanos.”La valía de Abriendo Caminos está también en el hecho de que auxilia a compositores y arreglistas antillanos a una apertura hacia el reconocimiento de su obra y maneras de hacer”. Del cantante y percusión menor del septeto Son de Nipe, Alejandro Arencibia aparece la guaracha Esa muchacha quiere bailar y el son, Honor al Guayabero; de Edalio Espinosa Alayo (Pupi), ex integrante de la orquesta Brisas de Nipe el son, Es caliente como el sol. Los temas A mi Antilla (bolero-son) y, Y no me niegues el beso ( son) de José James Pinder, cantante del septeto. De Oscar Fernández, ex cantante de la Orquesta Brisas de Nipe el disco ofrece los temas Rebozo de amor( guaracha) y el son Que lástima. Del director del septeto Son de Nipe Porfirio Núñez Cruz, Mi son tradicional. Y la guaracha Olvídate de esa nena del compositor antillano Nemesio Palacio.
Los cuatro restantes números musicales son; De que callada manera de Nicolás Guillén y Pablo Milanes, Culpable de Pepe Delgado, Rabo de nube de Silvio Rodríguez y Una alborada de amor de Ariel Dotres Zaldivar, estos temas fueron arreglados por Porfirio Núñez Cruz. En el disco del septeto Son de Nipe Abriendo Caminos “se retoma con originalidad la guaracha, el bolero, el bolero-son y el genuino son notoriamente revalorizado”. Esto último se debe a que el criterio musical que siguió su director fue el respeto a la música tradicional, su profundo conocimiento, pero impregnándole matices muy contemporáneos lo que da como resultado un sello que distingue al septeto Son de Nipe.”Utilizamos el son, pero más actualizado porque le hacemos innovaciones, armonizándolo de manera más actual, sin dejar de perder la raíz”.
La selección de los temas que conformaron la placa Abriendo Caminos estuvo a cargo de la dirección del septeto, pues la Casa Discográfica Colibrí pretendía originalidad y la exposición auténtica del trabajo que con la música tradicional se viene desarrollando en la parte oriental del país.
La imagen gráfica del disco, trabajada en colores sepia y negro fundamentalmente logran ambientar con sabor añejo la atmósfera que se nos ofrece e invita a escuchar esos 14 temas cargados de tradición y contemporaneidad.
“Será deleite para el oyente y el bailador, la buena función del tres en sus solos y “entregas”, las bellas e ingeniosas introducciones, la exquisita mixtura entre texto y música de los boleros, los patrones armónicos soneros que no por convencionales desisten de un acabado significativo, sin descuidar, en ocasiones, las voces supliendo a instrumentos de viento . ”
La selección de los integrantes fue minuciosa. Porfirio tenía a su favor el prestigio que poseía y el poder de convocatoria entre sus antiguos compañeros de la Orquesta Brisas de Nipe, tal es así que en la nómina de su agrupación proyectaba incluir a Reyes Cástulo Urgellés Fáez, más conocido por Lulú como bajista y a José James Pinder (Joseíto) como cantante, ambos jubilados de la Orquesta Brisas de Nipe y vinculados a la Casa de Cultura en actividades ocasionales.
Aún faltaba completar el septeto con una pieza clave, el tres, para ellos se cito al prestigioso Mario Arencibia Rodríguez, uno de los mejores treseros de Antilla. En la familia Arencibia abundan los músicos, por eso con ellos se completó el grupo: Alejandro, cantante y Rafael en la tumbadora.
Alejandro y Mario habían integrado por más de 20 años un grupo de aficionados denominado Renovación Antillana, muy famoso en su época y donde se formaron gran cantidad de aficionados. Alejandro en ocasiones tocaba el tres en otras agrupaciones, pero en Son de Nipe se mantenía como cantante, el también tenía un vínculo laboral que no le permitía dedicarse por entero a la música; su sobrino formado en la Casa de Cultura y bajo el influjo musical de la familia había asumido las tumbadoras por lo que Rafael Arencibia era el más joven de la agrupación, apenas tenía 25 años y a esta corta edad ya había incursionado en varios grupos de aficionados y sacado de apuros a la orquesta Brisa de Nipe, por la ausencia inesperada de su percusionista.
Rafael Arencibia Rodríguez se sumó al proyecto con entusiasmo a pesar de que el género y el estilo del repertorio no eran los acostumbrados por los grupos de aficionados de sus contemporáneos.Firo había conseguido los músicos deseados, pero le faltaba escalar un gran peldaño, sus músicos no eran profesionales, todos tenían compromisos de trabajo y el necesitaba preparar el proyecto para el día indicado..._(ecured)
                                                                 
                                                                     

Septeto Son De Nipe - Abriendo Caminos (2006)

Temas: 
01. Esa Muchacha Quiere Bailar (Alejandro Arencibia)
02. Es Caliente Como El Sol (Edalio Espinosa Adayo)
03. A Mi Antilla (José James Pinder)
04. Rebozo De Amor (Oscar Fernández Paz)
05. De Qué Callada Manera (N. Gillén / Pablo Milanés)
06. Honor Al Guayabero (Alejandro Arencibia)
07. Culpable (Pepe Delgado)
08. Mi Son Tradicional (Porfirio Núñez Cruz)
09. Y No Me Niegues el Beso (José James Pinder)
10. Clodomiro (Oscar Fernández Paz)
11. Rabo De Nube (Silvio Rodríguez)
12. Qué Lástima (Oscar Fernández Paz)
13. Una Alborada De Amor (Ariel Dotres Zaldívar)
14. Olvídate De Esa Nena (Nemecio Palacio)

Información cedida por Lalo Lalona

sábado, 1 de marzo de 2025

Frank Morgan - Frank Morgan

Frank Morgan (Minneapolis, 23 de diciembre de 1933 – Minneapolis, 14 de diciembre de 2007), es un superviviente de la era bop. De una época en la que todos los músicos quisieron tocar como Charlie Parker y todos ellos erraron al creer que para hacerlo había que vivir como Parker, y eso significaba, por supuesto, drogarse como Parker. Muchos jóvenes músicos de esta época consumieron su vida en este afán, dejándonos breves muestras de su potencial creativo, frustrado por su letal adicción. Unos pocos sobrevivieron, más bien maltrechos, transformados en yonkis con habitación reservada en las más selectas penitenciarías del país. Algunos incluso lograron emerger tras largos años de infierno de ese profundo abismo. Entre esos pocos se cuentan músicos como Red Rodney, Art Pepper o Frank Morgan.
Sí, Frank Morgan consiguió regresar, pero no sin esfuerzos. Baste decir que entre su primera grabación en 1.955 (Frank Morgan – GNP Crescendo) y la siguiente, transcurrieron mas de treinta años. Casi media vida perdida en esos años de oscuridad. Morgan es, por tanto, una leyenda viviente. Uno de esas leyendas que tanta veneración generan entre los aficionados al Jazz, frente a las que ni el afilado bisturí del crítico, puede desentrañar la confusa frontera entre el músico y el mito.
Tal vez no deba siquiera intentarlo. Por eso, lo único verdaderamente cierto es que cuando Frank Morgan, a sus setenta años  y con un ictus cerebral sufrido hace algunos años, se presenta ante el público neoyorkino en el club Jazz Standard, es capaz, con unas pocas frases, de emocionar. ¿Por que?. Quizás por todo aquello que Morgan sabe. Porque su música es capaz de transmitir experiencias y sentimientos, y porque el Jazz es precisamente eso y la carencia de aquellos no la puede suplir la técnica portentosa de algunos, que a menudo no es más que vacua verborrea.
Frank Morgan regresa repasando magistralmente algunos de esos maravillosos standards eternos como Polka, Dots and Moonbeams, Old Folks, Georgia o Summertime, cuatro temas para rememorar a Miles: Tune Up, All Blues, Nefertiti y Footprints  y otros tres para recordar a Coltrane, Impressions, Equinox y Bessie’s Blues, sin olvidar a Monk con dos clásicos del pianista, Round Midnight y I mean You ni a Ellington con los temas In a Sentimental Mood y Don´t Get Around Much Anymore.  Y como colofón, un fabuloso Cherokee que interpreta con todo el orgullo de su origen indio-americano. Todo un universo temático, una mera excusa para demostrar la polivalencia de su lenguaje esencialmente moderno, pero sin transgresiones.
Pero Frank Morgan no está solo en el escenario. Al piano se encuentra George Cables, que ya
acompañó en el pasado a otras figuras míticas como Art Pepper o Dexter Gordon. 
Uno de los grandes pianistas del jazz moderno que además de su brillante trabajo como sideman, ha desarrollado una destacada carrera como líder. Es un viejo conocido de Morgan a quien ya respaldó en su grabación de 1.990 A Lovesome Thing. A la batería se encuentra Billy Hart, acompañante de incontables figuras del jazz desde los años sesenta, es hoy reclamado incluso por los músicos mas jóvenes. Batería flexible que es capaz de todo: desde el mas ortodoxo acompañamiento en un entorno mainstream hasta la polirritmia del hard bop mas avanzado. Finalmente Curtis Lundy al bajo. Una rítmica formidable que, casi literalmente, sin ensayos aporta esencialmente seguridad, una sólida base para las improvisaciones de Morgan con la garantía de que todo va a funcionar sobre ruedas.
Frank Morgan ya no quiere ser Parker, es Frank Morgan, un hombre que ha vivido y que desde la serenidad de su madurez, nos ofrece un discurso que aún cuando aparentemente tranquilo y relajado, transmite intensidad y emoción. Frank Morgan no trae revolución._(apoloybaco)

Cuando el contralto Frank Morgan grabó su debut como líder en 1955, se le anunciaba como «el nuevo Bird». Por desgracia, siguió los pasos de Charlie Parker, sobre todo convirtiéndose en un drogadicto irresponsable. Pasados 30 años, grabó su segundo álbum e inició seriamente su exitoso regreso. Este álbum de GNP presenta a Morgan de vuelta al principio, interpretando cuatro números con la sección rítmica de Machito y otras seis canciones con un septeto que también incluye al saxofonista tenor Wardell Gray (escuchado en sus últimas grabaciones). El trompetista Conte Candoli es una baza importante en estas dos citas, mientras que Morgan demuestra por qué se le valoraba tanto en este momento de su carrera._Scott Yanow (allmusic)
                                        
                                                                                  

Frank Morgan - Frank Morgan (1991)

Temas:
01. Bernie's Tune (Miller)
02. My Old Flame (Coslow-Johnston)
03. I'll Remember April (Raye-DePaul-Johnston)
04. Neil's Blues (Morgan)
05. The Champ (Gillespie)
06. Chooch (Morgan)
07. The Nearness of You (Carmichael-Washington)
08. Whippet (Morgan
09. Milt's Tune (Jackson)
10. Get Happy (Arlen-Koehler)
11. Crescendo Blues (Sheldon)
12. "Huh!"
13. Autumn Leaves (Kosma-Mercer-Prevert)
14. Well, You Needn't (Monk)
15. B.T. (Timmons)

Musicos:
Frank Morgan (Saxo alto)
Conte Candoli (trompeta en #1-10), 
Jack Sheldon (trompeta en #11-15)
Wardell Gray (Saxo tenor en #2,4,5,7,9,10)
James Clay (Saxo tenor, flauta en #11-15)
Wild Bill Davis (Órgano en #1,3,6,8)
Carl Perkins (piano en #2,4,5,7,9,10)
Bobby Timmons (piano en #11-15)
Howard Roberts (Guitarra en #2,4,5,7,9,10)
Robert Rodriguez (Bajo en #1,3,6,8)
Leroy Vinnegar (Bajo en #2,4,5,7,9,10)
Jimmy Bond (Bajo en #11-15)
Lawrence Marable (Batería, percusión en #2,4,5,7,9-15)
Rafael Miranda (Congas en #1,3,6,8)
Jose Mangual (Bongos en #1,3,6,8)
Ubaldo Nieto (Timbales en #1,3,6,8)

Grabado en Capitol Studios, Los Angeles, CA el 29 de enero de 1955 (temas #1-4) y el 31 de marzo de 1955 (temas #5-10) y en directo en The Crescendo, Los Angeles, CA el 11 de agosto de 1956 (temas #11-15)